A mandar, que para eso estamos “La única manera de lidiar con un mundo sin libertad es llegar a ser tan absolutamente libre que tú misma existencia, es un acto de rebelión” (Albert Camus)

¿Qué es la libertad? ¿Es posible ser libre en un mundo social? Y si no lo es… ¿A qué se debe el profundo anhelo de libertad que reside en cada uno de nosotros y nosotras?

Desde siempre se nos ha dicho que nuestra libertad termina en aquel lugar donde empieza la libertad del de enfrente, del otro… es un dicho que admitimos sin ninguna duda y, sin embargo, deberíamos preguntarnos quién establece esos límites y si en su concepto más primario es posible que la libertad individual termine, y si lo hace, si la libertad tiene un límite, ¿somos verdaderamente libres?

En su maravilloso universo, Azarías, no puede comprender que la riqueza sea una cuestión numérica o que la belleza tenga que ver con las facciones del rostro. Azarías percibe el mundo sin disfraces, porque es capaz, en su inocencia, de ver el mundo tal cual es. Y por ello es capaz de percibir el dolor y la injusticia del mundo en los desgarradores gritos de la niña chica, y por ello es capaz de percibir la bondad en su hermana y su cuñado… y es capaz de percibir la belleza allí en donde realmente reside; en la vida misma.

Javier Hernández-Simón

Dirección JAVIER HERNÁNDEZ-SIMÓN

Adaptación FERNANDO MARÍAS, JAVIER HERNÁNDEZ-SIMÓN

Reparto: JAVIER GUTIÉRREZ, YUNE NOGUEIRAS, JOSÉ FERNÁNDEZ, PEPA PEDROCHE, MARTA GÓMEZ, RAQUEL VARELA, FERNANDO HUESCA, LUÍS BERMEJO

JACOBO DICENTA

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Duración aprox: 100 min

A 18€ / B 15€ / C 12€ / D 10€

Todos los públicos