Museo de Zamora. La exposición “PISANO sale al encuentro de Balatsar LOBO”, propuesta impulsada desde el Gobierno de Cantabria, el Ayuntamiento de Zamora a través de la Fundación Baltasar Lobo y la Junta de Castilla y León, plantea en el Museo de Zamora el diálogo entre dos artistas del exilio a través de obras que arrastran una pesada carga vital. Creadores de la diáspora republicana, el pintor cántabro y el escultor zamorano, forman parte de la generación de los ausentes que durante años quedaron al margen de los museos y de la historia del arte español y para los que desde hace tiempo se persigue su integración en el discurso interrumpido tras la Guerra Civil.

Pisano y Lobo comparten el destino de marchar al exilio francés, siendo el punto de encuentro sus talleres parisinos de Montparnasse. Aunque es evidente el distanciamiento estético de sus trabajos, que responden a intereses distintos, también puede vislumbrarse en ellos una cercanía temática al unirles afinidades políticas y sociales ligadas a su condición de expatriados.

Realismo frente a espiritualidad, disparidad en los modos de representar y expresar el drama, confluyen, sin embargo, en una mirada compartida hacia las clases trabajadoras, la mujer o la tauromaquia -evocación goyesca de la identidad española-, todos ellos temas analizados por Inmaculada Real, comisaria del proyecto. Una continua presencia de figuras e ideas que terminan convirtiéndose en emblemas, como sus respectivos Quijote y Peregrino que simbolizan el viaje de ida y vuelta, el regreso a la patria de ambos artistas que se efectuó de forma tardía, al final de sus vidas, pero nunca de modo definitivo. 

Museo de Zamora