El creador zamorano en su regreso a la ciudad que le vio nacer congrega un total de 20 obras, doce de ellas inéditas y realizadas mayoritariamente en los últimos tres años, en una nueva muestra en solitario en la única galería de arte existente en la ciudad.

Diseminadas por los distintos ámbitos de la galería de arte Espacio 36 pueden contemplarse desde su particular homenaje a la tauromaquia, personificada a una mujer que tiene una montera y sin brazos “para darle un toque más espiritual”, describe el escultor.

Fernández Roales también fija su atención en el cuerpo femenino que aborda tanto con piezas realistas como con otras más abstractas, sin pasar por alto un guiño a su Zamora, con una bella escultura del obispo San Atilano, que tiene como base el puente hecho en acero, o varias piezas vinculadas al Cerco, del que se conmemora el 950 aniversario, con una pieza dedicada a doña Urraca y otra a Arias Gonzalo, observados muy de cerca por su particular interpretación de un ángel custodio.