El Museo Etnográfico de Castilla y León surge de la necesidad, propiciada por la Junta de Castilla y León, de crear un centro dinámico que acogiera el enorme y variado patrimonio de la Comunidad vinculado a la tradición, usos y costumbres, sirviendo al mismo tiempo para centralizar el estudio y difusión de las disciplinas científicas que atañen al legado etnográfico [Ley 10/1994, de 8 de julio (BOCyL de 13 de julio de 1994), de Museos de Castilla y León]. Para conseguir esos fines Caja España cede una importante colección de patrimonio material (unas 10.000 piezas) e inmaterial, documentación gráfica y audiovisual. Finalmente, la Junta de Castilla y León promueve la construcción de un edificio en Zamora y tras la creación del nuevo espacio museístico, el primero de ámbito regional, encarga a la Fundación Siglo la gestión del Museo.