Han sido muchos los espectadores que se han quejado de algunas secuencias de 'The Walking Dead', que muestra explícitamente los cuerpos descompuestos de los caminantes así como escenas de gran violencia. Pero los fans no son los únicos que han sentido incomodidad, ya que uno de sus actores también vivió un desagradable momento durante el rodaje.

En el episodio 4 de la temporada 2, los supervivientes se mudan a la granja de la familia Greene y encuentran un zombie hinchado atrapado en el fondo de un pozo. Temiendo que el caminante pudiera contaminar el agua, Glenn (Steven Yeun) se ve obligado a actuar como cebo humano, mientras que T-Dog (IronE Singleton), Shane (Jon Bernthal), Lori (Sarah Wayne Callies), Dale (Jeffrey DeMunn), Andrea (Laurie Holden) y Maggie (Lauren Cohan) intentan sacarlo. En medio de la misión, la serie muestra las entrañas del caminante cuando lo parten accidentalmente por la mitad.

"Esa cosa era muy desagradable", recordó Singleton durante una aparición virtual en Wizard World. "Tenía náuseas porque estábamos en un campo de tierra y había mucho polvo levantado después de cada toma, y eso se mezcló con el hecho de que el zombie era muy desagradable", rememoró.

Singleton se sintió aún peor cuando Reedus hizo una extraña pregunta sobre su desayuno: "¿Qué es eso? ¿Caca?", soltó el actor. "Así que tenía esas dos imágenes en mi cabeza junto con todo el polvo. Y Billy Gierhart, que era nuestro director, se acercó a mí y no pude parar las náuseas durante toda la escena", relató.

"Me dijo: 'IronE, me gustan las náuseas, pero intentemos otra cosa. Hazlo un poco diferente'. Yo pensé: 'No puedo evitarlo. Hay polvo en mi garganta y estoy mirando a este asqueroso caminante'", agregó el actor, cuyo personaje murió en la tercera temporada.