‘Sabrina: cosas de brujas’ se estrenó en 1997 como una comedia familiar en la que se nos contaba el día a día de la bruja adolescente. Casi 21 años después se estrena su remake que no ha dejado indiferente a nadie. A continuación damos algunas de las diferencias entre las dos versiones.
1. Salem no habla
Una de las principales decepciones para los fans de la historia original de la serie ha sido que Salem no habla en el primer episodio ¿Tendremos que decir adiós a sus ocurrentes comentarios? Lo cierto es que la temporada consta de 10 capítulos con lo que podemos guardar esperanza de que lo hará en algún momento.
2. El universo es más oscuro
‘Sabrina: cosas de brujas’ fue una serie más bien cómica en la que la magia se veía como algo fantástico. En la nueva versión esto ha cambiado radicalmente. La trama, el escenario y el ambiente de la nueva ficción es mucho más oscura que su predecesora. Incluso afecta a los personajes de las tías. Si guardas un agradable recuerdo de éstas, puede que te sorprendas al ver sus personajes más siniestros.
3. Tiene que elegir entre los dos mundos
Si bien en la serie original Sabrina podía convivir entre ambos mundos, en esta versión no es el caso. En su bautismo oscuro por su 16 cumpleaños se ve obligada a elegir entre la vida que ha llevado hasta entonces o abandonarla para asistir a la academia de brujas. Una decisión que no será nada fácil para la joven bruja.
4. Sabrina será más poderosa
Puede que al comienzo de este remake Sabrina parezca la típica adolescente preocupada por quien es, e incluso, si va a ir al baile de graduación o no. Sin embargo, en palabras de Roberto Aguirre Sacasa: “Algún día, Sabrina va a ser la hechicera más poderosa que haya existido”.
5. No es apto para todos los públicos
Tal vez la versión original fuese una serie para toda la familia, pero no es el caso de ‘Las escalofriantes aventuras de Sabrina’. Debido a sus escenas sangrientas y a su ambiente oscuro, anteriormente mencionado, Netflix se ha visto obligada a subir la calificación a mayores de 16.
