Dos directoras, Sofia Coppola y Jane Campion, impusieron este miércoles su estilo en la alfombra roja del Festival de Cannes, poco acostumbrada a que dos presentaciones de una misma jornada tengan una firma femenina y de esa talla.

La primera había proyectado en competición oficial 'La seducción', un 'remake' de 'El seductor' que Don Siegel llevó a la pantalla en 1971 y que cuenta con Colin Farrell y Nicole Kidman para los papeles que en su día encarnaron Clint Eastwood y Geraldine Page.

Farrell, con el protocolario esmoquin, y Kidman con un vestido de flecos plateados, encabezaron un reparto integrado también por Elle Fanning y Kirsten Dunst, quien, llorosa y con un vestido de corte griego y generoso escote, acaparó toda la atención de los fotógrafos.

Por su parte, Campion es la única directora que en toda la historia del festival ha ganado una Palma de Oro, por 'El piano' en 1993. Hoy está al frente de la segunda temporada de la serie 'Top of the Lake', de nuevo con Kidman entre su elenco.

La neozelandesa, cuyo proyecto es exhibido dentro de las sesiones especiales, no subió las escaleras del Palacio con Kidman, pero sí estuvo acompañada, entre otras, por Elisabeth Moss, conocida por su participación en "Mad Men", y por una altísima Gwendoline Christie, que saltó a la fama por "Juego de tronos".

Y tras presentar este miércoles en la sección oficial Una Cierta Mirada 'La Cordillera', el argentino Santiago Mitre defendió de nuevo ese filme en la alfombra roja, junto a Ricardo Darín, de azul, y su otra protagonista, Dolores Fonzi, que optó por el negro.

Cuarón, un triunfador de Hollywood con alma obrera

Aclamado por el cine y la crítica por películas como 'Gravity' o 'Y tu mamá también', el cineasta mexicano Alfonso Cuarón dejó claro este miércoles que no se considera más que "un obrero" del cine, que durante muchos años ha estado ligado a esa industria más por necesidad que por vocación.

La clase magistral que ofreció en el Festival de Cannes, un honor compartido en esta 70 edición solo con el estadounidense Clint Eastwood, repasó una carrera en la que, dijo, hacer películas fue en ocasiones una escapatoria para superar baches económicos sucesivos.

"Eso es algo que me ha lastrado", dijo ante una audiencia que aplaudió desde su primer salto a Hollywood con 'La princesita' (1995) hasta títulos que prefirió olvidar, como la adaptación de la novela de Dickens 'Grandes esperanzas' (1998).

"Nunca recomendaría a nadie mi trayectoria como modelo. Está llena de inseguridades", admitió un director que solo por 'Gravity' (2013), protagonizada por Sandra Bullock y George Clooney, atesora siete Oscar, seis Bafta y un Globo de Oro.

Distendido, Cuarón hizo más hincapié en sus tropiezos que en sus logros, y admitió que prefiere no volver a ver sus películas: "Para algunos como Alejandro (González Iñárritu) son como sus hijos. Para mí, más bien como una exmujer. Las quiero mucho, les di todo lo que pude, ellas también, pero hemos pasado página y nos queremos a distancia".

Su "ópera prima", 'Solo con tu pareja', que aborda con un humor ácido el tema del sida, abrió sus posibilidades en EEUU después de que el director y productor estadounidense Sydney Pollack lo descubriera.

Cuarón consideró que ya había "quemado sus barcos" en México, y dio el salto al que define como un lugar "muy raro", una "fábrica de juguetes" en la que "puedes vivir sin rodar ni una sola película, desarrollando proyectos que luego no se realizan".

El rodaje de capítulos de la serie de televisión "Fallen Angels" precedió a "La princesita" que, para su sorpresa y la oposición de muchos, cayó en sus manos porque "para el estudio era una película pequeña y no les importaba".

Cuarón, que de pequeño se colaba en los históricos estudios Churubusco, y que vio en el cine la manera de mantenerse tras haber tenido a los 20 años a Jonás, el primero de sus tres hijos, dice estar sorprendido de algunos de los proyectos que han llegado a su puerta.

Entre ellos, 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' (2004), que le valió las bromas constantes de Diego Luna y Gael García Bernal, protagonistas de 'Y tu mamá también', hasta que Del Toro le obligó a leer los libros de esa exitosa saga para que aceptara dirigirlo.

"Me gusta mucho trabajar con niños", admitió el cineasta, que lidió en esa cinta con unos jovencísimos Emma Watson, Daniel Radcliffe y Rupert Grint.

Cuarón, cuya carrera incluye la aclamada 'Hijos de los hombres' (2006), dice disfrutar cuando llena sus filmes de "limitaciones", como apostar por un solo punto de vista, "porque elimina buenas posibilidades, pero crea un lenguaje interior consistente".

Aunque el festival le honró este miércoles con esa 'masterclass', su paso por el certamen se limita a 'Paris je t'aime', filme colectivo que abrió la sección oficial Una Cierta Mirada en 2006, y a su participación como jurado dos años después.

Y con su presencia, reforzó una delegación mexicana encabezada este año también por Iñárritu, que presenta una instalación de realidad virtual; Michel Franco, que ha llevado a Una Cierta Mirada 'Las hijas de Abril', o Del Toro, que ayer pronunció un discurso en la celebración del 70 aniversario del certamen.

"No estoy seguro de si a Cannes le gustan de verdad los filmes mexicanos, lo que sí le gusta es cómo nos divertimos", bromeó sobre los mariachis con los que anoche sorprendieron al resto de invitados en la cena de gala.