Después de varios años alejada de los focos, la actriz, directora y productora estadounidense Drew Barrymore ha resucitado convertida en zombi en la serie "Santa Clarita Diet" de Netflix, que ha presentado en Madrid.

"Estaba nerviosa ante la idea de volver a trabajar", ha confesado ante un grupo de periodistas, "porque cuando surgió la oportunidad estaba atravesando un mal momento en mi vida, pero a veces los peores momentos se convierten en una oportunidad para resucitar".

En la serie, que se estrenará en todo el mundo el próximo 3 de febrero, Barrymore y Timothy Olyphant interpretan a un matrimonio. Ambos trabajan como agentes inmobiliarios y llevan una vida de "cómoda insatisfacción" que da un vuelco cuando ella, Sheila, experimenta una crisis dramática y se transforma en zombi caníbal.

"Necesitaba despertar y Sheila me ha ayudado a hacerlo; perdí nueve kilos durante el rodaje, me aclaré el pelo, volví a ponerme tacones y experimenté un completo cambio de actitud a la par que el personaje", ha explicado.

Su personaje hace constantemente cosas inapropiadas pero, según la actriz, tiene esa actitud de "vamos, tú también puedes hacerlo" y anima a los demás a hacer locuras. "Esas metáforas me parecían geniales", ha subrayado, "me reí muchísimo leyendo el guion y eso también fue muy importante".

Barrymore se hizo famosa con solo 7 años como la niña de "ET", y tras una infancia y adolescencia marcadas por el alcoholismo y el abandono de sus padres, se reinventó y creó su propia productora, que debutó con todo un éxito de la época, la comedia de adolescentes "Nunca me han besado" (1999).

Dentro de esa faceta de productora, menos conocida, también ha alumbrado títulos de culto como "Donnie Darko" (2001) y éxitos como "Los ángeles de Charlie" (2000), que protagonizó junto a su amiga Cameron Díaz.

Hace un par de años publicó unas memorias en las que contaba cómo rompió con su madre cuando tenía 14 años y que su padre John Barrymore fue apenas una presencia esporádica en su vida, y confesaba haber sufrido una depresión postparto tras el nacimiento de su segunda hija.

En la presentación en Madrid de "Santa Clarita Diet", que también produce, Barrymore ha estado acompañada por el cocinero catalán Ramón Freixa, galardonado con dos estrellas Michelín, que le ha preparado un menú caníbal especial.

La actriz ha probado un consomé compuesto de sopa de huesos con tropezones en forma de ojos (en realidad bolas de crema de coliflor con tinta de calamar), una hamburguesa cruda con salsa color sangre (fresa) o un minicerebro de coco con frambuesa.

Dice que a ella no se le da muy bien cocinar, pero que le gusta y lo practica. Y sin llegar al canibalismo de Sheila asegura comer de todo, excepto trufas y queso de cabra, que no le gustan.

En Netflix ha encontrado una plataforma ideal para difundir una serie que, insiste, puede gustar a toda la familia.

"Una de mis mayores pasiones como productora es alumbrar historias que puedan gustar por igual a una abuela y a su nieta y que ambas crean que es algo guay. Eso es algo difícil y Netflix lo consigue".

Preguntada por la serie "Stranger Things", un homenajea a películas de las 80 como las que ella protagonizó en su día, Barrymore ha afirmado que le fascina la idea de que cosas extraordinarias, desde viajes en el tiempo a zombis, ocurran en el patio trasero de tu casa.