El 15 de julio de 2013, Luis Bárcenas se sentó en la Audiencia Nacional ante el juez Pablo Ruz y desgranó, durante cinco horas, el contenido de sus famosos papeles, donde figuraba la supuesta contabilidad en negro del PP, partido del que fue tesorero hasta que dimitió por su implicación en el caso Gürtel en 2009.

Esta declaración dio lugar a una obra teatral que Jordi Casanovas y Alberto San Juan subieron a las tablas, y ahora ha dado pie a un largometraje titulado ´B´, dirigido por el debutante David Ilundain.

"Todo lo que aparece en el guión, se dijo el 15 de Julio de 2013 en la Audiencia Nacional. Desde ese punto de vista, decimos que ´B´, es una película documental. Naturalmente, es un trabajo de recreación, con actores, pero nuestra intención es que sea lo más cercano posible a la realidad", comenta el realizador.

¿Y cómo una obra, que es una transcripción de una declaración judicial, se adapta a la gran pantalla sin que pueda aburrir soberanamente al espectador? Para ello el trabajo actoral es clave. En la representación teatral "vemos a un hombre en una situación de western, solo ante el peligro, tratando de defenderse como gato panza arriba, dispuesto a confesar buena parte de sus delitos pasados. Y a un juez que se sentía muy presionado, que con 38 años está llevando un caso de corrupción del partido del gobierno desde una plaza interina de la Audiencia Nacional", relata Ilundain, que confía en trasladar al espectador de la sala de cine "la tensión, el miedo, la arrogancia, los ataques, la defensa, la verdad y la mentira" que se palpa en la pieza.

Trabajo actoral

Para ello era fundamental que los actores fueran los mismos, es decir, Pedro Casablanc, en la piel de Bárcenas, y Manolo Solo, como el juez Pablo Ruz. "Si algo ya tienen conseguido Pedro Casablanc y Manolo Solo, es que, inmediatamente, el espectador se sitúe en medio del interrogatorio y ellos desaparezcan... y veamos a Bárcenas, contestando a Ruz", apunta el director.

Pedro Casablanc, caracterizado como Bárcenas.

Ilundáin cree que en su actuación, Casablanc "se aleja de la parodia" y evita crear una "caricatura". A su juicio, ha realizado un esfuerzo "colosal" por interpretar a una persona que en el momento de esta vista llevaba "18 días en la cárcel". "Intuimos que se sentía abandonado y tenía que defenderse para tratar de salir de ahí", destaca.

Por su parte, Manolo Solo es "el contrapunto". En 'B' aborda un "personaje difícil" que es "el extremo opuesto: alguien cauteloso y silencioso, sobre quien la presión recae desde otro punto de vista, para quien cualquier error suponía una debacle".

En la película también aparecen más personajes, que se corresponden con el resto de abogados de las defensas y acusaciones que estaban en esa sala.

El trabajo de cámara

Un film que transcurre en un solo escenario requiere un exhaustivo y milimétrico trabajo de cámara, ya que los actores apenas se mueven. El equipo rodó con tres cámaras "para captar los momentos como si fueran únicos, sin necesidad de hacer demasiadas tomas".

En este caso ha sido fundamental rodar con cámara al hombro para transmitir esa "respiración" natural de la visión humana y transportar al espectador al interior de la sala. "La sensación de estar dentro de la sala tiene que ser máxima. El espectador tiene que sentir que estuviéramos autorizados a rodar este interrogatorio y que le estuviéramos transmitiendo directamente la realidad", precisa Ilundáin.

Manolo Solo encarna al juez Ruz.

Una película ¿incómoda?

'B' se estrena el próximo 18 de septiembre y ha sido posible gracias a una campaña de 'crowfounding' con la que se han recaudado alrededor de 55.000 euros y la colaboración de varias productoras pequeñas.

Ilundáin está convencido de que el film incomodará a quienes están implicados en el caso. Sin embargo, cree que todo aquel que quiera saber la verdad verá la película. "Cualquiera que no sea un hooligan de un partido le interesa ver qué hay de verdad y sacar sus propias conclusiones".