Esther Vaquero: "La salud de la TV está bien, pero hace falta autocrítica"

Con 14 años decidió que quería ser periodista. Hizo sus primeras prácticas en la radio, pero la profesión le ha llevado por otros derroteros y ahora, a sus 33 años, su carrera se desarrolla en la pequeña pantalla, donde presenta "Las Noticias de la Mañana" de Antena 3.

Siempre intenta no posicionarse políticamente porque tiene la sensación de que "contamina" y a veces se pregunta: ¿quién soy yo para decirle a la gente lo que tiene que pensar?

¿Cómo valora que Antena 3 haya vuelto a confiar en usted para estar al frente de las mañanas?

Es un orgullo. Es verdad que hay que estar ahí cada mañana y cada mañana es un mundo porque no sabes lo que puede pasar, pero es un regalo que hayan pensado en mí. Estoy encantada.

P: ¿Qué noticia le gustaría dar este verano?

R: Que se acabe la ola de calor estaría muy bien... No sé, aunque parece que está bastante animado el tema político. En agosto siempre se para un poco la agenda política, pero este verano como tenemos año electoral...

Pues no sé... que de repente haya mucho dinero para repartir sería una noticia estupenda; que hubiera un superávit, que la gente lo ha pasado muy mal estos últimos años.

P: ¿Qué esfuerzo supone aparecer todos los días en la pequeña pantalla? ¿Puede acabar por "quemarse" la imagen del profesional?

R: Depende de qué tipo de programa hagas. Yo, por ejemplo, en un espacio como "Espejo Público", la parte buena es que te acompaña mucha gente. Hay muchos colaboradores y ya sea en la parte de política o en la de actualidad, tú eres el hilo conductor que se mantiene durante todo el programa pero no eres una tía cansina que está todo el rato ahí.

Es decir, hay muchos puntos de vista de mucha gente que pasa por el plató durante las tres horas, y si Susanna Griso lleva casi diez años aquí, es una buena forma de medirlo. Eso es porque realmente no acabas por quemarte.

Pero ya hablando del profesional en sí mismo, es un ritmo muy exigente. Cuando estuve en Navidad ya le dije a Susanna que tenía mucho mérito estar cada mañana, además del madrugón que te pegas, estar muy puesto en actualidad y con la cabeza lúcida para lidiar con tertulianos y con la adrenalina que supone el directo. Hay que tener la cabeza muy bien puesta.

P: ¿La audiencia prevalece por encima de todo en la televisión?

R: No. Está claro que es importante porque al final todos vivimos de eso, de la publicidad que se genera y lo que vendes con la audiencia que tienes. Pero en el caso de "Espejo Público", hemos tenido temporadas que hemos sido líderes, otras que hemos quedado en segunda posición o hemos disputado el liderazgo, y el programa ha seguido fiel a su estilo.

Creo que cuando una cadena apuesta por un tipo de formato, lo bueno es que confíen en él y se siga manteniendo para darle tiempo y que se vea si ese es el camino o si hay que reconducirlo. La audiencia tiene que ser un indicativo, pero tampoco lo es todo.

P: ¿Considera que los periodistas deben posicionarse políticamente?

R: A mí a veces que se me escapa en la tertulia cuando veo que hay un tertuliano que de repente te suelta una barbaridad. Hay veces que te cuesta no opinar porque te sale intentar poner un poco de sentido común. Intento no hacerlo porque me da la sensación de que contamino a la gente. A veces pienso, ¿quién soy yo para decirle a la gente lo que tiene que pensar o no?

P: También ha trabajado en radio, ¿con qué medio se queda?

R: He hecho sobre todo televisión. Tengo un poco idealizada la radio, ya que estudié periodismo porque me gustaba, era como la vocación que tenía y cuando acabé la carrera las primeras prácticas las hice en la Cadena Ser. Me encanta, me chifla, creo que tiene una magia especial y que el hecho de que no dependas de la imagen te despoja un poco de artificios.

Luego la profesión me ha llevado por otros derroteros y como en todos los trabajos, estás en un sitio y vas haciendo contactos que te llevan al siguiente, y al final sobre todo he hecho televisión. Creo que cada uno tiene su gracia y sus ventajas y desventajas. Son muy diferentes y a la vez muy parecidos.

P: ¿Cuál es el estado de salud de la televisión en España?

R: Esto va en cuestión de gustos. A mí me gusta que haya mucha variedad, que puedas elegir cadenas de un signo político o de otro y si prefieres un contenido más de entretenimiento lo tengas o si prefieres uno más informativo también.

Aquí voy a barrer para casa. Me gusta mucho laSexta porque me sirve para estar continuamente informada y me gusta Antena 3 porque es más familiar, tiene contenidos más blancos entre comillas, no depende tanto de los "realitys" como puede ser Telecinco, que tiene más contenido de ese tipo.

En general, yo creo que la salud de la televisión está bien, que hay cosas que mejorar siempre, pero a lo mejor lo que hace falta es un poco de autocrítica por parte de los periodistas que trabajamos en el medio.

P: ¿Cree que en la televisión hay sobreabundancia de tertulias?

R: No sé si será una cuestión de modas o qué, pero hace años yo no tengo el recuerdo de que hubiese tantas. Además, nos pasa a periodistas y a espectadores, que te das cuenta de que los mismos tertulianos van de unas cadenas a las otras.

A mí me gustan porque como periodista me dan opiniones diferentes y me sirven para formar opinión en cuanto a noticias concretas. Me vienen bien para coger recursos, comentarios e ideas que lanzarle yo misma a los tertulianos. Pero puedo entender que los espectadores están un poco saturados. De todas formas, yo creo que de aquí a las elecciones todavía nos quedan muchas.

P: ¿Se ha sentido discriminada en el trabajo alguna vez por ser mujer o ha tenido que trabajar más que un hombre para estar donde está?

R: Creo que no. También es verdad que en la facultad de Periodismo somos muchas más chicas que chicos y eso se traduce que en las redacciones también hay más chicas en general.

Sí que es verdad que en los cargos directivos, por alguna razón, suelen llegar antes los hombres. Pero en el caso de Antena 3 Noticias a día de hoy son tres mujeres la cabeza de los informativos. En nuestro caso hay bastantes mujeres.

P: ¿Qué dotes hacen falta para ser un buen comunicador?

R: Lo primero de todo es una buena base. Por otra parte la capacidad de retención y de procesar la información y tener mucho sentido común. También que se te dé bien hablar, que reconozco que hay personas que se ponen delante de una cámara con dos datos y son capaces de llenarte diez minutos. Yo no tengo esa capacidad de vender tanto humo. Que sepas gestionar la información que te llega y procesarla.