Es indudable que la pasta ofrece innumerables posibilidades culinarias. Su sabor agradable y neutro queda bien con todo y permite las combinaciones más sorprendentes. La lasaña vegetal es una de las versiones más saludables de estas famosas láminas de pasta. Para elaborarla se utiliza todo tipo de verduras: espinacas, berenjenas, pimientos, coliflor, cebolla... Este plato es, ante todo, una sabrosa forma de tomar verduras y a la vez ingerir una dosis moderada de pasta.

Nada que ver con los platos de espaguetti o tagliatelle en los que la pasta es el ingrediente principal. Las verduras, especialmente si son al dente, harán que la absorción de carbohidratos de la pasta sea mucho más lenta. Algo interesante para quien padece sobrepeso o diabetes.

La lasaña, en definitiva, resulta un plato rico y saludable. Para comprobarlo sólo hay que preparar una lasaña de espinacas salteadas con pasas y piñones, recubrirla con salsa de tomate y gratinarla con un poco de queso. Una prueba más de que unas verduras pueden resultar una delicia.Especialmente, si van entre pasta y pasta.

- Es importante que la pasta esté al dente. Es más saciante, aporta una energía más duradera y es más sabrosa.

- La lasaña vegetal puede prepararse con puré de verduras, aunque en ese caso su valor nutritivo es muy inferior al de las verduras enteras.

- La salsa de tomate, si es casera, resulta una buena fuente de licopenos, vitamina C y fibra. Por supuesto, es muchísimo más ligera que la salsa bechamel.