El canal TCM recordará a Grace Kelly en todo su esplendor y belleza emitiendo mañana viernes una programación especial que incluye dos de sus películas más famosas: Solo ante el peligro y Mogambo.

Grace Kelly era ya toda una celebridad cuando se convirtió en Princesa de Mónaco. Nació el 12 de noviembre de 1928 en Filadelfia. Era hija de un constructor multimillonario, ganador de tres medallas de oro en remo en los Juegos Olímpicos de Amberes y de París, llamado John Brendan Kelly. Grace fue educada en los mejores colegios del país. Y fue allí donde nació su vocación de actriz.

Cuando cumplió la mayoría de edad viajó hasta Nueva York donde se matriculó en Arte Dramático. Trabajó como modelo, haciendo anuncios de cerveza, cigarrillos y máquinas de escribir. También intervino en diversas obras de teatro y en series y películas para la televisión. En la década de los cincuenta comenzó su carrera cinematográfica. Su primer largometraje se tituló Fourteen hours. Poco tiempo después logró su primer gran éxito junto a Gary Cooper en Solo ante el peligro. Luego vendrían títulos tan conocidos como Mogambo, al lado de otro de los grandes del cine clásico, Clark Gable, y por supuesto sus películas con Alfred Hitchcock: Crimen Perfecto, La Ventana indiscreta y Atrapa a un ladrón. Para Hitchcock Grace Kelly representaba el tipo ideal de heroína: una mujer rubia, sofisticada, elegante, distante, de apariencia fría pero apasionada por dentro.

Ganadora de un Oscar

Ganó un Oscar a la mejor actriz en 1955 por La Angustia de Vivir e intervino en títulos tan conocidos como El Cisne o Alta sociedad, una versión musical de Historias de Filadelfia con Frank Sinatra y Bing Crosby encabezando el reparto.

Cuando se comprometió con el Príncipe Rainiero de Mónaco, Grace Kelly abandonó el cine. Después de su boda se dedicó en cuerpo y alma a dar brillo, glamour y renombre internacional a ese pequeño estado del que era Princesa. Creó el baile anual de la Cruz Roja, que se convirtió en una obligada cita veraniega para la jet set, y el casino de Montecarlo volvió a llenarse de millonarios y famosos.

Pero, a diferencia de muchas de sus películas, la vida de Grace Kelly no pudo tener un final feliz. Después de su mortal accidente se desató todo un abanico de rumores. Se dijo que los médicos no supieron ver la gravedad de sus heridas; que mientras conducía discutía violentamente con Estefanía porque la joven princesa quería ir a vivir con su novio, el hijo de Jean-Paul Belmondo. Otras informaciones apuntaban que era la propia Estefanía la que conducía el coche y que su falta de experiencia y el exceso de velocidad fueron las causas reales del accidente.

Un triste epílogo para lo que parecía un bello cuento de hadas: la historia de una bella actriz que se convirtió en princesa.