Cada 19 de agosto el mundo del espectáculo rememora citas célebres o viejas películas que traen al recuerdo la genialidad de Groucho Marx. ¿Quién no ha levantado las cejas y con un puro en la boca ha tratado de evocar al artista? Se cumplen ahora 35 años de su fallecimiento, pero su ausencia más que hacerse notar se echa en falta.

Julius Henry Marx engrandeció la historia del cine y de la cultura con sus aportaciones llenas de vida y humor. El artista, que dedicó toda su existencia al espectáculo, no entendió de otra manera el vivir si no era encima de un escenario o detrás de las cámaras. Junto a sus hermanos (Harpo, Chico y Zeppo) construyó un sólido grupo, un equipo de trabajo con grandes proyectos que viajarían desde el famoso vodevil popular al 'star system' de Hollywood.

La obra que les abrió la puerta al dorado Broadway fue 'Los Cuatro Cocos' ('Cocoanuts´, 1929) y a partir de ahí las cosas fueron rodando: los cuatro hermanos Marx se convirtieron en una apuesta de la productora Paramount y legaron a la historia del cine un buen puñado de espléndidos films como 'Plumas de caballo' ('Horse Feathers', 1932) o 'Sopa de ganso' ('Duck Soap', 1933).

Como suele pasar en Hollywood, la historia de amor con la Paramount llegó a su fin y los Marx, ya sin Zeppo, encontraron rápido otra ´major´, la Metro Goldwyn Mayer. De allí nacieron más clásicos de los 'cocos' como una 'Noche en la ópera' (A 'Night at the Opera', 1935), 'Un día en las carreras' ('A day at the races', 1937) o 'Una tarde en el circo' ('At the circus', 1939). Su último film oficial juntos fue 'Amor en conserva' ('Love happy', 1949). Años después, participarían en 'La historia de la humanidad' ('The Story of Mankind', 1957), un título que reunía a grandes estrellas del firmamento 'hollywoodense' pero en la que no compartían ninguna escena.

Pero el éxito en el cine nunca sació las expectativas de los hermanos cómicos, sobre todo de Groucho, quien desarrollaba su talento como escritor y presentador de televisión, medio que realmente le catapultó a una fama en EEUU sin precedentes.

De sus obras literarias destacan sus célebres frases como: "Mucha gente sostiene que el matrimonio acaba con el romance. Estoy de acuerdo: cada vez que tengo un romance mi mujer trata de acabar con él" o "Mire que dar una fiesta y no invitarme... He estado a punto de no venir". Citas que hoy día siguen acompañando a los grandes cómicos.

Groucho Marx dejaba este mundo un 19 de agosto de 1977 a causa de una neumonía. Por cierto, su supuesto genial epitafio ("Perdonen que no me levante") no es más que una leyenda urbana. Su tumba, un nicho en el cementerio de Eden Memorial Park, en el Valle de San Fernando (Los Angeles), está decorado con una simple placa con su nombre y una estrella de David.