Graham Poll fue el único árbitro inglés en el Mundial de 2006. Tenía 42 años y una excelente reputación, lo cual hace aún más incomprensible el error que acabó para siempre con su carrera internacional.

Sucedió en el partido que decidía la clasificación del grupo F: se medían Australia y Croacia en Stuttgart. El partido, de alta tensión, acabaría 2-2, un resultado que permitía a Australia clasificarse por primera vez para los octavos.

Pero más allá del resultado, el partido dejó un detalle para la historia: un jugador croata, Josip Simunic, vivió un caso único: vio tres tarjetas amarillas antes de ser expulsado en el minuto 93.

Poll amonestó a Simunic en el minuto 61 por una falta a Kewell. En el minuto 90 volvió a mostrarle otra amarilla por otra falta a Joshua Kennedy, pero para sorpresa general, no le expulsó.

Poll anotó algo en su libreta y el juego siguió. Ni sus asistentes, Phil Sharp y Glenn Turner, ni el cuarto árbitro, Kevin Stott, se dieron cuenta del error.

El final del partido fue electrizante: Australia había conseguido igualar a dos goles y estaba clasificada. Croacia buscaba desesperadamente el tercer gol. Ambos equipos jugaban ya con diez. 

Por fin expulsado

Cuando el árbitro pitó el final, Simunic se fue a protestarle. Croacia estaba eliminada. Poll le sacó la ¡tercera! amarilla y –ahora sí- lo expulsó.

Australia se había clasificado, pero el presidente de su federación, John O’Neill dejó claro que “si Croacia hubiese ganado el partido, teníamos argumentos para apelar”. 

Ni Graham Poll ni la FIFA intentaron ocultar su error. El árbitro inglés admitió su equivocación e intentó exculpar a sus asistentes. “La responsabilidad es tan solo mía”, dijo. 

“En sus explicaciones ante el comité de árbitros, Poll dijo que anotó de manera equivocada el nombre del dorsal ‘3’ de Australia, Craig Moore, en lugar del dorsal ‘3’ de Croacia, Josip Simunic”, admitió la FIFA.

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Simunic, curiosamente, había nacido en Australia, de padres bosnios, pero jugaba para la selección croata. 

Quizá su acento australiano a la hora de protestar confundió a Poll, que nunca más volvió a pitar un partido de selecciones: pese a que era uno de los candidatos a pitar la final del Mundial, se retiró como árbitro FIFA… antes de que la propia FIFA lo expulsase.