Llega uno de los momentos más esperados del torneo. Por anunciado. Por simbólico. Llega el momento en el que una mujer pita un partido del Mundial. Podía ser cualquiera de las tres árbitras convocadas, pero el privilegio se le entrega a la francesa Stèphanie Frappart. La pionera. El apodo que le podría acompañar toda la vida.

La designación se ha producido para el tardío partido 44 del Mundial, el Alemania-Costa Rica, aunque decisivo en la jornada final del grupo E. Frappart estará acompañada de dos asistentas para cuadrar el círculo del triángulo. La acompañarán en las bandas la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz Medina. Algunos árbitros ya han pitado dos partidos, como el italiano Daniele Orsato y el brasileño Wilton Sampaio, por citar a los dos primeros, igual que Antonio Mateu Lahoz.

Neuza Back, la asistente brasileña participante en el Mundial de Qatar.

Esperando en la banda

Por fin les ha llegado el momento de saltar al césped y de meterse dentro del rectángulo de jugar porque, hasta ahora, su actividad se había limitado a ejercer de cuarto árbitro (Frappart, tres veces) o de suplentes. Seguirán esperando en el banquillo, o en la grada, como los futbolistas, las otras dos árbitras (la ruandesa Salima Mukansanga y la japonesa Yoshimi Yamashita) y la otra asistente, la estadounidense Kathryn Nesbitt.

La histórica convocatoria de las seis árbitras se convirtió en especialmente emblemática tratándose, además, del torneo de Qatar, un país donde las mujeres no tienen la libertad plena de los hombres ni la igualdad de derechos. Irán vestidas como sus colegas –usarán el uniforme de color verde, uno de los cinco colores del equipaje arbitral-, aunque a ojos de la sociedad catarí no sea bien visto.

Karen Díaz, asistente mexicana que ayudará a la francesa Frappart.

Primera en todo

«Quiero recordar que están aquí por su calidad y no por su género», recalcó Pierluigi Collina, el presidente del Comité Arbitral de la FIFA, para subrayar la elección por los méritos contraídos más que por el simbolismo de la decisión.

Frappart ha vuelto a ser la primera entre las mujeres, tal vez porque su nivel ha sido ya testeado varias veces. Después de haber escalado todos los peldaños del fútbol femenino (pitó la final del Mundial de 2019), cuando ya había debutado en la Ligue 1 de Francia, obtuvo la internacionalidad en las competiciones masculinas: la Supercopa del mismo año entre el Liverpool y el Chelsea, el Juventus-Dinamo Kiev de la Champions (2020) y fue el cuarto árbitro en el Turquía-Italia que abrió la Eurocopa (2021).

En África y Asia

Venció todos los tabús, y más tuvo que pelear Mukasanga, la primera mujer del continente africano, distinguida este año con el Zimbabue-Guinea de la Copa de África. La japonesa Yamashita sumó el partido Melbourne City-Jeonnam Dragons de la Champions asiática para adquirir rodaje antes de viajar a Doha. Es la representante de Japón en el colectivo mundial de árbitros seleccionados. 

«Estoy muy orgullosa de participar en el Mundial y de vivir este momento con mis hermanos», explicó Mukasanga en la jornada de puertas abiertas del estamento arbitral en Doha. «Nos sentimos parte de un equipo», dijo Nesbitt, que ha ejercido cuatro veces de asistenta de VAR del fuera de juego y hoy echará una mano a sus colegas.