El videoarbitraje, el famoso VAR, ha sido el gran protagonista del Mundial de Rusia y durante la final disputada este domingo entre Francia y Croacia volvió a ser decisivo. El árbitro del encuentro, el argentino Néstor Pitana, recurrió a él para decidir sobre una mano de Perisic en el área croata, lo que que fue decisivo en el devenir del partido.

En el primer gol de Francia, marcado en propia puerta por Mandzukic, el colegiado no necesitó el VAR, aunque Paul Pogba partía desde una posición dudosa tras el libre directo de Griezmann que acabó remachando el croata a la red de un cabezazo.

La acción anterior al lanzamiento de la falta también fue polémica, ya que Griezmann se había dejado caer ante una entrada de Brozovic. Pese a las protestas de los balcánicos, Pitana decretó falta.

Perisic empató posteriormente la final y luego fue el protagonista de la gran polémica del partido. Matuidi intentó un remate que acabó golpeando en la mano del extremo croata cuando bajaba del salto con el brazo separado del cuerpo. Pitana necesitó hasta cinco minutos para decretar el penalti tras la pertinente consulta al VAR.