Miguel F. quería acudir al Mundial de Rusia y no sabía cómo hacerlo. No había entradas disponibles que comprar de manera tradicional. Entonces se le ocurrió una idea a este seguidor de Perú. Debía engordar para lograr acceder a los tickets de movilidad reducida. Se puso manos a la obra. Tres meses después subió los 25 kilos que necesitaba.

Pasó a tener obesidad mórbida. Su índice de masa corporal era de 30. Necesitaba alcanzar los 35 para entrar a formar parte de ese colectivo y lo logró.

El peruano compró las entradas y se puso a comer "de todo". Sobre todo "hidratos de carbono", explicó.

Miguel F. llegó lejos, pero al menos un amigo suyo no cumplió con su particular plan de romperse una pierna para tener acceso al Mundial.