Agotada deambula por las calles de Norlisk. Para llegar hasta esta ciudad rusa del norte de Siberia la osa polar ha recorrido cientos de kilómetros. El deshielo que provoca el cambio climáticoobliga a los osos a huir para encontrar algo que llevarse a la boca y se la encontrado en un vertedero. Su presencia despierta gran expectación porque desde hace más de 40 años los vecinos no veían a un animal de su especie.