Hoy se quiere llamar la atención en Europa para el buen uso de los antibióticos. Su uso correcto, exclusivamente cuando son recetados por un médico, es imprescindible para preservar su eficacia. Aliado desde hace décadas, en los últimos años son sin embargo continuos los mensajes sanitarios para extremar la prudencia en torno al uso inadecuado de los antibióticos. Las bacterias resistentes suponen un peligro cierto para toda la población porque pueden provocar infecciones difíciles de tratar. Si se toman antibióticos de forma repetida e inadecuada, se contribuye a aumentar la resistencia bacteriana a los antibióticos, uno de los problemas de salud más acuciantes en el mundo porque si en algún momento los necesitamos puede que entonces ya no sean eficaces.