El Partido Popular en estado de “shock”. La noticia del fallecimiento de Rita Barberá les ha cogido en el Congreso de los Diputados a punto de iniciar la primera sesión de control de la investidura. Los gestos serios, los corrillos entre los diputados populares que no daban crédito y lamentaban la muerte de la que hasta hace dos meses había sido compañera de partido. La imagen que mejor resume ese estado de ánimo, la de Fernando Martínez Maíllo, al borde del llanto. Muy afectado, en su escaño se secaba las lágrimas y no podía contener la emoción. Él fue quien pidió a Barberá que se diera de baja en el PP.