Como sucede con los coches, existe un nicho pequeño de apasionados a las motocicletas que reniegan de cualquier innovación. Para ellos, las motos son máquinas con personalidad propia y conducirlas debe ser un desafío. Sin embargo, la tecnología se ha demostrado aliada de las cuatro ruedas, abriendo el abanico de posibles usuarios, al tiempo que se han reducido drásticamente las muertes por accidente de tráfico (así debes actuar si ves uno). Una evolución que, con algo más de tiempo, empieza a llenar la ficha técnica de las motos de nueva generación. En este artículo repasaremos las ayudas a la conducción y seguridad (ADAS) que incorporan las motocicletas mejor equipadas.

Todavía son muchos los moteros que prefieren salir con una clásica. Hablo de aquellos que se presentan a las rutas con el modelo de su adolescencia, defendiendo una época de valientes y auténticos amantes del motor. Para ellos, la electrónica ha amansado a las bestias pero, si pensamos en el bien común, las dos ruedas han pasado a ser una alternativa para casi todo el mundo gracias al desarrollo de sistemas electrónicos.

Además, la moto es una máquina más complicada y exigente a la hora de aplicar mejoras técnicas, tecnológicas y mecánicas. Motivo por el que tardan más en aplicarse sistemas como los modos de conducción, transmisiones automáticas, control de crucero, aviso de ángulo muerto y otros ADAS que os contamos a continuación.

La IMU es el cerebro

Antes de pasar a detallar los sistemas de ayuda a la conducción y seguridad que incorporan las motos premium de última generación, deberás conocer la IMU. Estas siglas se refieren a la Plataforma Inercial IMU que gestiona los asistentes electrónicos gracias a su constante cálculo de datos y toma de decisiones. Este cerebro recibe los datos de los acelerómetros y giroscopios que controlan los movimientos de la máquina y que, en el caso de una moto, son: longitudinales, laterales, grados de inclinación y balanceos (atrás y adelante).

Poco a poco, los sensores y las cámaras se han ido introduciendo en la escasa carrocería de una motocicleta. Su coste de desarrollo y producción todavía limita la presencia de esta tecnología a unos pocos modelos, los buque insignia de las firmas más innovadoras. Ejemplo de ello es la Ducati Multistrada V4 S (anterior 950 S) probada durante la última Rodibook 2022, que ha conseguido ir un paso más allá respecto a sus rivales directas como la BMW R 1250 GSo la Africa Twin de Honda.

Modos de conducción

Los radares, cámaras y sensores colocados en piezas como la caja de cambios, el acelerador o las ruedas permiten que esa IMU gestione determinados ADAS. El primero de ellos, y más conocido entre los usuarios de coches nuevos, son los modos de conducción. Esta solución permite modificar el comportamiento del motor en función de la carretera, su estado o el estilo que queramos utilizar a cada momento.

No es lo mismo un tramo de vía rápida, en la que mantenemos una velocidad constante y queremos un consumo ajustado, a un puerto de montaña que nos exige reacciones más agresivas y directas del puño del acelerador. Además, y ante días de lluvia, los modos Rain o Eco nos conceden una respuesta más dócil y controlable del par motor, junto a una intervención más notable del control de tracción.

Facilidades entre las que encontramos, también, el cambio automático. Efectivamente, existen modelos como la Honda X-ADV o la propia África Twin, que se comercializan con cambio manual o el DCT, que te permite conducir en modo automático o semi-automático. También está el Quickshifter, encargado de embragar por ti y que solo tengas que bajar o subir marcha con el pie izquierdo.

Antiwheelie y controles

Como comentamos anteriormente, las motocicletas que incorporan ADAS de última generación son las más exclusivas, sofisticadas y caras del mercado. En el mundo de las dos ruedas, ese detalle suele ir unido a una potencia considerable y prestaciones deportivas. Con el fin de facilitar la vida al usuario, las fábricas han optado por introducir tecnología derivada de la competición.

El antiwheelie o anticaballito es una de estas mejoras clave, que impide que la rueda delantera pierda aplomo y se levante en marchas cortas. Esta acción, que es muy espectacular, puede llevarnos a perder el control total del tren delantero y generar el temido “shimmy”. En las motocicletas deportivas, el nivel de intromisión puede variarse e incluso desconectarse.

El control de tracción ha salvado tantas vidas como lo hizo su aparición en los turismos. Este sistema regula la entrega de fuerza a la rueda, proporcionando el par que demanda el piloto sin que este llegue a ser incontrolable por la goma. Si no existiera esta solución, muchos de los que ahora circulamos en moto nos las veríamos para no “saltar por orejas” al llegar al límite de adherencia.

Como tampoco podríamos, o sabríamos, presionar lo justo y necesario el freno delantero. Para eso está el ABS (trasero y delantero) con mordiente progresivo/adaptativo durante la curva. De lo contrario, se levantaría la moto en un abrir y cerrar de ojos o se bloquearía el eje delantero en frenadas intensas. De ahí que la frenada combinada, un antes y un después para los scooters junto al ABS, sea un reclamo para los m. Gracias a estos sistemas, la frenada es más corta, progresiva y segura.

Control de Crucero Adaptativo

Un de las sorpresas de la Multistrada V4 S fue la introducción del Control de Crucero Adaptativo. El programador de velocidad es algo común en los modelos más exclusivos de un portfolio, al que han querido añadir la función inteligente de mantenimiento de distancia. De este modo, la maxitrail italiana se queda a una distancia prudencial del vehículo que va delante y frena de manera muy progresiva ante un alcance.

Un ADAS que resulta interesante para modelos enfocados en viajar pero que costará ver en unidades de “volumen” o deportivas. En ese caso, el límite de velocidad o la advertencia de colisión frontal, existentes en esta gama más GT, puede ser interesante. Eso sí, siempre y cuando no llegue a actuar sin las órdenes del piloto.

Señales visuales

La concentración es imprescindible a los mandos de una moto, pero la mente es de lo más viajera. Para evitar que los despistes vayan a mayores, algunas marcas han introducido avisadores como la detección del ángulo muerto. La Multistrada, por ejemplo, los sitúa en los extremos del retrovisor y su luz es bastante imponente en un primer momento. Además, ante una frenada considerable por nuestra parte, se activan los intermitentes para evitar que nos alcancen por detrás.