La Comisión Europea ha anunciado este martes una multa de 368 millones de euros a los fabricantes de cinturones de seguridad, airbags y volantes Autoliv y TRW por pactar los precios de los productos que suministraron durante años a BMW y Volkswagen.

Autoliv y TRW crearon dos carteles paralelos para intercambiar información sensible y coordinar su comportamiento en el mercado para elevar los beneficios por las ventas a BMW, por un lado, y Volkswagen, por otro.

En el pacto ilegal participó una tercera empresa, Takata, al que Bruselas ha eximido de la multa por haber sido esta compañía la que reveló la naturaleza de los acuerdos a los servicios de la Comisión.

En el marco de la investigación, también Autoliv y TRW colaboraron con el Ejecutivo comunitario, lo que les ha permitido reducir la multa.

La comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha destacado que es la segunda ocasión en que Bruselas actúa contra un cártel que afecta al equipamiento de seguridad de los coches europeos.

"Estos acuerdos han perjudicado a los consumidores europeos y dañado la competitividad del sector automovilístico, que emplea a cerca de 13 millones de personas en la UE", ha destacado Vestager.

Las reuniones para constituir los carteles y fijas las condiciones de funcionamiento se produjeron en las instalaciones de los propios fabricantes, pero también en restaurantes y hoteles, según ha revelado el Ejecutivo comunitario, que apunta que también hubo contactos telefónicos y por correo electrónico.

A juicio de la Comisión, los acuerdos debieron de tener una "incidencia significativa" en los consumidores europeos, habida cuenta de que los clientes afectados son las marcas elegidas en tres de cada diez coches vendidos en la UE.