La profesora experta en TIC Rosa Liarte volvió a impartir en Zamora un nuevo curso sobre “Aprendizaje basado en Proyectos en Secundaria”, esta vez en el CFIE de Benavente.

–¿Cómo se enfoca este curso?

–Está enfocado al uso de las TIC y la competencia digital, para enseñar al profesorado cómo aplicarla con su alumnado. También hay que hablar sobre cómo evaluar estas metodologías activas, ya que muchos las están practicando, pero no saben hacer una evaluación correcta a través del currículo, de las competencias y demás. Hay que enseñarles ese cambio metodológico que exige la ley.

–¿Cómo va a ser ese cambio legislativo?

–Hemos visto las rúbricas y los porfolios de evaluación como una forma donde el alumnado reflexiona sobre lo que aprende. Pero cuando hablamos de evaluación, hablamos de hacer un proceso para que los estudiantes mejoren, no solo calificar con notas. El éxito del alumnado pasa por tener una buena evaluación.

–¿Qué beneficios tiene esta nueva metodología?

–Es algo que se lleva practicando desde hace más de cien años, porque ya lo hacía Montessori. Ahora hay que trabajar las competencias, que el alumnado trabaje sus habilidades, desde la búsqueda de la información hasta las tareas en equipo, que se trabaje competencialmente para que desarrollen habilidades aplicando contenidos. Hay gente que considera que por trabajar de esta manera se aprende menos, pero uno no puede ser competente si no tiene contenidos previos, así que hay que trabajar los contenidos de la materia. Cuando tengo contenidos, aplico habilidades y destrezas, intento hacerlo de diferentes formas y distintos contextos. Lo que permite es un aprendizaje significativo, que el alumnado recuerde con el paso del tiempo todo eso que ha adquirido.

–¿La Lomloe refuerza este tipo de metodologías?

–Más todavía, porque exige un trabajo más competencial.

–¿Será complicado ponerlo en marcha en el aula?

–Las competencias ya vienen desde el año 2008, cuando ya se hablaba de trabajo competencial. El problema es que se tiene que hacer un cambio metodológico en el aula, no se puede lograr a través de una libreta y un examen.

Hay que cambiar el chip: el alumno es quien investiga y el docente es guía

–¿Es sencilla su adaptación a diferentes niveles y materias?

–Por supuesto. El trabajo competencial no excluye los exámenes, pero de lo que estamos hablando es de que el alumnado interiorice mucho mejor los contenidos a través de estas metodologías activas.

–¿Cómo se debe implicar el profesor?

–Conlleva más trabajo, porque el alumnado va a investigar más y va a elaborar un producto final. Hay que cambiar el chip y dejar que sea el alumno quien trabaje, convirtiéndose el profesor en guía. Con este cambio, no se le quita protagonismo, porque continúa trabajando en el aula, pero requiere cambiar el concepto de ser el transmisor del conocimiento a ser el guía para que el alumnado produzca conocimiento.

Rosa Liarte, en una clase con sus alumnos Salvador Salas

–¿Es imposible quedarse al margen de las TIC?

–Las TIC han venido para quedare, pero no por la pandemia, sino porque la competencia digital es una realidad. La pandemia lo que ha demostrado es que hay una brecha y nadie se puede quedar atrás. No podemos tener el día de mañana a gente que no se haya podido adaptar a la tecnología, porque esto va muy rápido, tenemos que adaptar a las personas a ese mundo futuro. Lo que hemos descubierto es que las familias de ahora sí tenían dispositivos, pero también desconocimiento de cómo usarlos. Hay que aprender a hacer un buen uso también, no se puede tener un teléfono de última generación y después no saber cómo adjuntar un archivo cuando envías un correo electrónico. La competencia digital hay que educarla y lo que se ha venido haciendo muchas veces en prohibirla, sin dejar utilizar el móvil en clase. No podemos estar ajenos a la realidad.

Esta nueva forma de trabajar en el aula no excluye exámenes

–¿La pandemia ha hecho que todo se precipite?

–Se había avanzado y con la crisis se paralizaron muchas inversiones, pero creo que la pandemia ha demostrado que la tecnología es muy necesaria. Pero de nada sirve meterla en las aulas si es solo para subrayar un pdf, porque para eso nos quedamos con el libro en papel. Y de nada sirve implementar tecnología si no la educamos, si no enseñamos el cambio metodológico y cómo sacarle partido. Hay que reflexionar cómo se está usando actualmente la tecnología, porque se pueden hacer muchas más cosas que un PowerPoint.

–¿Qué evolución ha visto en los profesores?

–He visto mucho esfuerzo por estar al día y la competencia digital docente será una exigencia más, así que hay que ponerse las pilas con todo esto.