El CFIE de Benavente también se unió este mes a la Semana de la Ciencia con un curso de formación para el profesorado bajo el título “La vida cotidiana desde un punto de vista científico”, impartido por José Manuel López Nicolás, con el objetivo principal de dotar a los docentes de herramientas para impulsar vocaciones científicas y fomentar el espíritu crítico.

En su seminario, el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Murcia demostró con creces que la ciencia está presente en todas las facetas de la vida diaria, desde la alimentación hasta la cosmética, pasando por el deporte o incluso la gastronomía. “La química ha ayudado a confeccionar mejores camisetas para los deportistas, hay pura física detrás de un tiro de baloncesto o un lanzamiento de balón en fútbol y en la gastronomía tradicional es muy interesante conocer los procesos que ocurren al cocinar un caldo con pelotas o una dorada a la sala”, puso como ejemplos.

Para el experto, autor del blog Scientia y de varios libros de divulgación científica, lo importante en este curso fue mostrar a los profesores “aspectos que no resultan ajenos o que la gente de alrededor los practica. Es curioso aprender por qué se desarrollan las cosas, qué se esconde detrás y cómo desde la ciencia podemos incluso mejorarlas”, sugiere. Un argumento muy atrayente para que los alumnos observen en el aula “cada proceso químico, físico, biológico o matemático de muchas actividades, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos”, anima.

José Manuel López, catedrático de la Universidad de Murcia. Cedida

Además, para poner esto en práctica en clase, los docentes apenas necesitan material especial. “En el curso hemos trabajado con imágenes que en seguida el alumno relacionará con determinados productos, desde alimentos hasta cosméticos, además de tener vídeos de diferentes temas”, resume.

Consciente de la capacidad de los profesores para transmitir todos estos conocimientos, López asegura que poniendo ejemplos reales los alumnos se sentirán más atraídos por estas materias científicas. “Creo que utilizar la ciencia del día a día es una manera maravillosa de fomentar las vocaciones científicas. Explicarles los procesos y que ellos mismos vean los resultados sirve para motivarles a la hora de estudiar, sobre todo cuando te comienzan preguntando para qué les puede servir tal o cual materia”, razona.

Esa vocación debe ser, según el catedrático, tanto masculina como femenina, atendiendo a que con esta última “aunque se esté superando la brecha, todavía hay que seguir trabajando e insistir mucho, sobre todo en determinadas disciplinas. Se está haciendo un esfuerzo muy grande, pero hay que continuar por ese camino”, considera.

Por su parte, el catedrático realiza desde hace años una labor de divulgación científica a través de su blog y de varios libros. “Como profesor de universidad, creo que esta tiene que ser una de mis funciones. Además, es algo que me divierte y me aporta”, reconoce. Sobre la manera de acercar estos temas al gran público, López apunta que cada uno aporta su estilo propio, aunque, eso sí, adaptándose a los distintos auditorios y tipos de canales a través de los que se transmita este conocimiento científico. “Todo eso lo da al final la experiencia”, concluye.