Desde 1º de Primaria hasta 4º de la ESO, los alumnos del colegio Trilema de Zamora se han unido a la campaña “Una carta, una sonrisa”, puesta en marcha por un profesor de La Palma para que alumnos de toda España enviaran cartas a los niños de la isla que tuvieron que ausentarse de clase por la erupción de volcán de Cumbre Vieja, hace ya un mes.

Uno de los mensajes de los alumnos de Trilema Zamora que han viajado a Canarias. Cedida

“Conocimos la iniciativa por las redes sociales y nos pareció una muy buena idea para trabajar en clase el valor de la solidaridad a través de esta actividad”, apunta la directora del centro educativo, Laura Llamas. Fue así como se introdujo la tarea de elaborar una carta, después de tratar en los primeros minutos del día un espacio a conocer lo que significa el término solidaridad.

Una alumna escribe su carta en papel de color. Cedida

“Las palabras pueden ser un gran aliento para las personas que atraviesan un situación compleja”, argumentaba el profesor canario que puso en marcha esta propuesta tan sencilla y original, Felipe Brito Luis. “En la zona estamos viviendo un momento muy dramático con la erupción del volcán, que ha obligado a suspender la actividad escolar”, explicaba en un correo que hizo llegar a diferentes colegios del país y a través de las redes sociales. “Esta iniciativa consiste en que, cuando se reanuden las clases, todos los niños que permanecen en sus casas por la erupción tengan una carta de ánimo o apoyo, un dibujo o una manualidad de otros niños de toda España. Además, pueden indicar su dirección postal para recibir una respuesta”, invitaba.

Ejemplo de una de las cartas Cedida

A los alumnos de Trilema “les encantó la idea y se involucraron desde el principio”, agradece la directora. Además de escribir la carta, cada uno de ellos animando a su manera a los niños de La Palma, que tienen sus mismas edades, los estudiantes también elaboraron ellos mismos los sobres para guardar las misivas y aprendieron a colocar la dirección y el remitente, aspectos que muchos de ellos desconocían. “Aprendieron la estructura que debe tener una carta, que es algo que también se enseña en el currículo de Lengua, y dónde escribir las señas en el sobre, algo que no están acostumbrados a hacer”, reconoce Llamas.

Una alumna escribe en papel de color. Cedida

Una vez elaboradas todas las cartas, los tutores fueron los encargados de recogerlas y entrarlas al equipo directivo, que envió todos estos mensajes de ánimo a los niños de La Palma, para que algo de la solidaridad zamorana les llegara una vez que vuelvan a la rutina de las clases.