Natalia Ferrero, Lidia García y Vianca Núñez, alumnas del IES León Felipe de Benavente, recibieron el primer premio de la octava edición del concurso Innovacreawork, organizado por el sindicato ANPE. Su proyecto, titulado “Bugle mantequilla” convenció al jurado, al tratarse de una original propuesta donde se ofrece un nuevo envase para este producto —similar a un tubo de pegamento— que facilita su uso con mayor limpieza en la cocina y la repostería.
Detrás de este premio se esconde todo un año de intenso trabajo en la asignatura de Fundamentos de Administración y Gestión, impartida por Laura Bécares. Fue esta profesora la que propuso a sus alumnos de 2º de Bachillerato aprovechar este concurso para poner en marcha alguna idea de negocio. “Enfoqué la asignatura a desarrollar un proyecto empresarial, así que se elaboró durante todo el curso, dentro del marco de la materia, aprovechando a impartir el temario de una forma diferente”, resume la profesora, que ya había participado en este certamen en anteriores ediciones, aunque con alumnos de 4º de la ESO y en el apartado de ideas de negocio, no de proyectos.
Este grupo de alumnas presentó un completo dossier, donde se recogían todos los aspectos a tener en cuenta a la hora de poner en marcha un proyecto, desde la formalización de la empresa hasta los balances, los recursos humanos necesarios o las nóminas. El trabajo iba creciendo a medida que el temario avanzaba. “Las ideas de negocio fueron originales de los estudiantes, yo solo hacía de guía y les explicaba los diferentes aspectos a tener en cuenta”, destaca.
La profesora confiesa que los apartados que resultaron más complicados para sus alumnos fueron los basados en los temas de contabilidad, “sobre todo el aspecto de balances y la cuenta de pérdidas y ganancias”, detalla, reconociendo al mismo tiempo que todos los grupos en clase “se esforzaron mucho, se lo tomaron muy en serio y se involucraron en el proyecto, aunque finalmente solo se presentara uno al concurso”, agradece la docente.
El concurso Innovacreawork lo considera una gran oportunidad para aprender a trabajar en equipo. “Me gusta mucho que participen, porque es un forma de fomentar la creatividad y la iniciativa de los estudiantes, su espíritu emprendedor”, considera. “Además, los alumnos se involucran mucho más en la materia, palpan la realidad de las cosas y les gusta sacar adelante ideas propias. En definitiva, están más motivados”, concluye.
