Entendemos la educación física como la educación a través del cuerpo y del movimiento.

Actualmente, en la escuela la educación física se ha convertido en una disciplina fundamental para la educación y formación integral del ser humano ya que, a través de ella, se favorece el desarrollo motor, mejorando sus capacidades y habilidades motrices, el desarrollo cognitivo -ya que el niño aprende a conocer sus capacidades y limitaciones-, así como el desarrollo social y afectivo, puesto que potencia la relación de todos con todos y favorece su autonomía y la autoestima.

Si desde la escuela estructuramos la educación física como un proceso pedagógico y permanente, nos permitirá construir las bases sólidas para la integración y socialización de los alumnos.

A través de la educación física, los alumnos irán adquiriendo las habilidades y destrezas motrices que influirán de manera directa en la adquisición de los aprendizajes básicos, como la lectura y la escritura, a través de un correcto desarrollo del esquema corporal y, dentro de este, un pleno desarrollo de la lateralidad, equilibrio y el control tónico muscular. Además, favorece la coordinación y la estructuración espacio temporal.

Por otro lado, por diferentes motivos, el estilo de vida que llevan los niños ha cambiado mucho, debido a que las actividades realizadas se centran en torno a la televisión, tablets, móviles y otros aparatos electrónicos, no dedicando tiempo a actividades al aire libre, excursiones, salidas o deportes, dando lugar a problemas y alteraciones del sueño, problemas en huesos, músculos y articulaciones, enfermedades cardiovasculares, entre otros.

Además, una consecuencia más a destacar es el alto índice de la obesidad infantil presente en nuestras aulas.

Es por ello que tanto desde la escuela como desde casa debemos de dar una gran importancia a la actividad física. ya que son muchos los aspectos positivos y los beneficios que nos ofrece en nuestro día a día.

La educación física no solo permite un desarrollo motor adecuado, sino también nos enseña a educar en valores, a aceptar y respetar a los demás y, lo más importante, a divertirnos, ya que solamente se es realmente humano en sociedad.