Son ya seis años en los que, por uno días, la ciencia se cuela en todos los rincones de institutos y colegios de Zamora, que además abren sus puertas para que otros compañeros disfruten con ellos de decenas de actividades, desde talleres hasta yincanas, pasando por mesas redondas, conferencias o audiovisuales, todos ellos relacionados con las asignaturas más técnicas, a las que se les da un toque lúdico para hacerlas más atractivas a todos los alumnos invitados.

El papel fue el protagonista de la actividad del Seminario de San Atilano -como lo fuera el pasado año el jabón-. Los asistentes pudieron conocer de primera mano cómo se elabora una página de papel con trozos de periódico como materia prima, tras visualizar un documental donde se hacía el recorrido del proceso a gran escala, desde la tala de árboles hasta el secado, embalado y transporte. Y todo a través de una divertida yincana, que les daba las pistas para recorrer buena parte del edificio antes de elaborar sus propias hojas decoradas. Un taller en el que tampoco faltaron aspectos como el desarrollo sostenible, la reducción del consumo de papel o su reutilización, puesto que el papel puede reciclarse hasta siete veces.

La exposición permanente del IES Claudio Moyano -con motivo de su centenario- fue escenario esa semana de varias visitas de alumnos de otros centros, para descubrir antiguos elementos con los que se enseñaba química en los laboratorios, como los tubos de Crookes o de Geissler, auténticas reliquias que han soportado el paso del tiempo y que ahora se muestran junto a objetos mucho más actuales.

También se desarrollaron talleres basados en los proyectos que llevan a cabo durante cada trimestre. Así, pudieron elaborar su propio tornado en un bote o hacer erupcionar un volcán solamente con bicarbonato y vinagre, además de observar las cuidadas y coloridas maquetas sobre el Sistema Solar. "El objetivo también es que otros profesores cojan ideas de estas actividades, para compartir así experiencias y proyectos", valoró la profesora Carmen de Vega.

Un original recorrido sensorial fue la propuesta de los alumnos del IES Maestro Haedo, dentro de su proyecto "Ojo con la ciencia", donde la vista era la protagonista absoluta a través de la historia del arte. Desde la Prehistoria hasta la actualidad, un profesor guía les descubría desde artistas con deficiencia visual hasta la función de la cámara oscura o diferentes elementos de la ONCE para que sus usuarios se muevan con normalidad en el día a día.

Como colofón, los alumnos de Bachillerato ayudaban a los visitantes a completar el mencionado recorrido con los ojos cerrados, superando varias pruebas donde tenían que afinar su tacto, su olfato, su gusto y su oído para disfrutar de cada estación. "Esta actividad se mantendrá para los alumnos del centro, adaptándola al nivel de los diferentes cursos", explicó la profesora del centro, Nieves Petit.

Desde el colegio Santísima Trinidad-Amor de Dios, sus estudiantes aprovecharon la cercanía del río Duero para conocer las características de sus aguas a su paso por el barrio de Pinilla. Un taller para comprobar su dureza, alcalinidad y bicarbonatos, además de una feria de experimentos, el desarrollo de pruebas de evaluación del alumnado a partir de herramientas digitales o un seminario de formación en astronomía para familias, alumnos y profesores fueron las principales actividades de este colegio, que contó con la visita de más de 150 alumnos, a quienes recibieron los estudiantes de la Santísima Trinidad, encargados de explicarles cada actividad, "con lo que se fomenta el aprendizaje entre iguales", apuntó el director pedagógico del centro, Luis de Mena.

Un año más, la Semana de la Ciencia, organizada por la Dirección Provincial de Educación y con el apoyo de la consejería, logró su objetivo de difundir las buenas prácticas desarrolladas en los centros educativos sobre ciencia y proporcionar el intercambio de experiencias entre diferentes centros, niveles educativos y disciplinas.