Disfrutar del recorrido al colegio acompañado por otros alumnos y sin miedo a los contratiempos del tráfico. Ese el objetivo del proyecto Caminos Escolares Seguros, al que se ha unido el colegio Arias Gonzalo, convirtiéndose en el primer centro de la capital que contará con este servicio.

"Consiste en una actuación conjunta que incide en todos los aspectos que afectan a la movilidad escolar, entendiendo que las decisiones que a diario se toman sobre esta materia tienen que ver con cuestiones urbanísticas, sociales, económicas y culturales", se explica desde el centro. "Es, por tanto, un plan que desborda el ámbito de la movilidad y que tiene como objetivo último la integración de la infancia en las ciudades, potenciar su autonomía y transformar y mejorar los espacios urbanos y, especialmente, los públicos", añade.

Los caminos escolares pretenden conseguir nuevas oportunidades de aprendizaje y disfrute de la ruta a clase. "En poco más de veinte años los niños han ido perdiendo la suerte que tuvieron sus padres de divertirse en el recorrido de casa a la escuela. Con la puesta en marcha de estos caminos vamos a incrementar su autonomía, ofreciendo nuevos espacios de aprendizaje de su entorno cotidiano y creando hábitos saludables de movilidad, con sus ventajas para la salud, el medio ambiente y una mejor socialización e integración en la comunidad", se enumera.

La semana pasada, coincidiendo con la celebración de la Semana de la Movilidad Europea, se inauguraba el primero de estos caminos -desde la entrada de Santa Clara hasta el propio colegio- de manera oficial, con la presencia del alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y representantes de la Dirección Provincial de Tráfico, miembros de la asociación de padres y otros colectivos que han hecho posible este proyecto, como la Dirección Provincial de Educación o la empresa Mini2ac, que ha desarrollado numerosos talleres para trabajar con los niños.

Los días previos, los propios alumnos eran los encargados de pintar las huellas blancas que indicaban el camino en el suelo y mensajes motivadores -elegidos por los propios alumnos en jornadas de trabajo previas- para conductores y transeúntes. También eligieron ellos mismos a Tuki, la mascota de este proyecto, un castor que estará en la señalización vertical.

Estos caminos ya son habituales en otros puntos de España, como La Coruña, Madrid, Barcelona, Tenerife o San Sebastián y en un total de 300 colegios. En Castilla y León se implanta en Zamora tras ser ya una realidad en capitales como Valladolid o Segovia. Además, el colegio San Vicente de Paúl, en Benavente, también lo ha puesto en marcha este curso.

"Es primordial devolver a los niños y niñas el espacio de la ciudad que nunca debieron de haber perdido", subrayan los organizadores para finalizar.