Por segundo año consecutivo, el instituto de La Vaguada acoge a un grupo de alumnos alemanes que participan en un proyecto de intercambio con la región de Baja Sajonia de Alemania que, cada curso, se organiza desde la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León.

Paula Vicente, Laura Vega, Blanca Sánchez, Alba Carbajal y Rocío Mayo son las alumnas -de 4º de la ESO la mayoría y una quinta de 3º de la ESO una estudiante- de este instituto zamorano que participan este curso en el intercambio. En sus casas están viviendo las otras cinco compañeras alemanas, que han venido para estudiar y convivir con ellas desde el pasado 20 de octubre y hasta el próximo 1 de diciembre.

"Se trata de un intercambio de larga duración y con alumnas integradas en el día a día de las familias y la vida en el instituto", explica la profesora Teresa Fínez. Las participantes zamoranas tienen el alemán como segunda lengua en el instituto. "La visión de este intercambio tiene una doble función. Por un lado, mejorar y perfeccionar el aprendizaje del alemán, además de practicar el inglés, que muchas veces se convierte en la lengua vehicular para entenderse entre ellos. Así que, lingüísticamente, es algo muy enriquecedor", detalla la profesora. "Además, las alumnas alemanas están en casa de sus compañeras y viven la vida del otro adolescente durante mes y medio", añade Fínez.

"Es una gran experiencia, además he tenido suerte con mi compañera alemana, porque nos llevamos muy bien", asegura Blanca Sánchez, quien reconoce que este intercambio le está ayudando sobre todo "para aprender mucho vocabulario nuevo en alemán".

Su compañera Alba Carbajal explica que intenta acoplar a la estudiante alemana en todas las actividades que ella realiza normalmente. "Más allá de las clases, también salimos con mis amigos", pone como ejemplo. Y estas salidas se convierten en unas clases diferentes de idiomas. "Tenía miedo de que no encajara con mi grupo de amigos, pero ellos la han acogido bien y además aprovechan para practicar inglés y aprender algo de alemán, mientras que ellas se acostumbran al español", detalla Rocío Mayo, quien recuerda que al principio estaba "algo nerviosa" con esta experiencia de intercambio. "Pero está siendo algo muy enriquecedor, incluso también para mis padres, que muchas veces tienen que hablar en inglés en casa para entenderse con nuestra invitada", asegura.

Por su parte, las integrantes alemanes apuntan que su español está mejorando día a día. De su país lo único que echan de menos son los horarios de las comidas, "que son muy diferentes" y algún que otro alimento. "Aquí se abusa mucho de la carne y del pan", afirma una estudiante alemana.

Lo que no han extrañado para nada es la ciudad, puesto que en este tipo de intercambios se cuida mucho el realizarlo entre localidades con las mismas características. "En Zamora los edificios son más altos, allí estamos acostumbradas a casas más bajas", diferencia una de ellas, encantada con la ciudad y la gente "tan simpática".

Las estudiantes zamoranas les devolverán la visita a sus compañeras alemanas el próximo año, cuando les abrirán con la misma hospitalidad sus casas, desde el 12 de enero hasta el 23 de febrero.

Junto con un instituto de Soria, son los dos únicos centros de Castilla y León a los que se les ha concedido este programa. Previsiblemente, a finales de este mes alumnos de Zamora y Soria tendrán una jornada de convivencia en Valladolid, donde serán recibidos por los coordinadores de este proyecto de intercambio, organizado por la Junta de Castilla y León. La convivencia servirá para conocer a todas las partes de esta iniciativa y poner en común las experiencias de los estudiantes de ambos institutos.