ara afrontar el desarrollo moral desde la infancia, hay que realizar un aprendizaje social desde las teorías del desarrollo cognitivo.

Cuando los niños logran descubrir y asentar una formación ética y moral firme y de principios, deben estar basados en la responsabilidad, la tolerancia, el respeto a la dignidad humana y la justicia. En fin, saber distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto de sus propios actos. Entonces y solo entonces se considera que han interiorizado un conjunto de pautas y patrones morales.

Los niños son educados en forma directa por sus padres a través de la imitación, de la formación y son modelados. La moral de los niños se muestra muy cercana a los modelos de sus padres, de la sociedad a la que pertenecen y de la escuela. La combinación amor-autoridad es fundamental en los padres, y tiene que haber una relación estrecha y de comunicación y probablemente, los niños y los jóvenes serán menos vulnerables a las presiones externas. También la influencia de la escuela es muy importante.

Y el proceso de aprendizaje social es básico para entender como la disciplina y el modelado-formación contribuye al desarrollo de conductas morales apropiadas. Sería bueno que en casa aprendieran esos valores morales para que los interioricen y así lleguen a formar parte de él, y hacerles ver que sus comportamientos afectan a los demás. Hay una regla de oro: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti"

Piaget y Kohlberg dicen que el desarrollo del pensamiento y el juicio moral de los niños no se desarrollan todos de una vez, sino por etapas. El pensamiento moral del niño, según Piaget, implica el reconocimiento progresivo de que existan unas reglas en la sociedad basadas en los conceptos de justicia, legalidad y rectitud.

En los niños, el egocentrismo limita su desarrollo. Para que los niños lleguen a una moral autónoma, deben reducir su egocentrismo.

Decía Hoffman que los valores morales son el resultado de la enseñanza de los padres, que son una parte importantísima del sistema de valores de los niños.

Cuando han interiorizado esa moral es cuando reconocen un respeto mutuo, la cooperación y la reciprocidad en todos los intercambios sociales. Pero hay que tener en cuenta, de todos modos, una relación entre la conducta moral, el pensamiento moral y los sentimientos morales.

La formación integral de la persona nos permite vivir con valores y sería de desear y muy necesario enseñar a los niños en la vida familiar y en las escuelas esa ética y los valores morales que entronquen y unan al niño en la sociedad en la que se desarrollan. Y esa familia debería enseñar el amor al prójimo, el respeto, el autocontrol, la madurez, saber discernir entre lo bueno y lo malo, la no violencia...

Termino con una frase que podríamos tener presente en nuestros comportamientos. Decía Blaise Pascal: "Esforcémonos en obrar bien: he aquí el principio de la moral".

Y esta otra que está muy de moda hoy, y que ya se decía hace siglos: "Todo está perdido cuando los malos sirven de ejemplo y los buenos de mofa". (Demócrates)