legamos a junio y finaliza el curso, momento para reflexionar y evaluar todo lo ocurrido en este tiempo. Como federación, tenemos que exponer nuestros puntos de vista, pero siempre desde una posición constructiva, pues creemos que tenemos que chequear las normativas y programas existentes para denunciar y reivindicar aquello que consideramos que no funciona.

-Libros de texto, Releo + y material escolar: Seguimos denunciando que dejan a muchas familias fuera del programa, así como que no se "premie" a las familias que donan. Está bien que en primer lugar sean las familias con menos recursos las que obtengan los libros, pero que las familias que donen se queden en la mayoría de los casos fuera de la obtención de algún libro es un error. Son solidarias, pero la sensación que se tiene es que esa solidaridad lo único que supone es la no inversión por parte de la administración del dinero destinado al programa. Cerca de diez millones de euros no se invirtieron y volvieron a las arcas de Hacienda, pues los centros no pidieron dinero para la reposición o adquisición de nuevos lotes de libros. Ya podemos "vender" a bombo y platillo que se va a invertir 17 millones para el próximo año, si la realidad es que se quedará en menos de la mitad.

-La escuela rural: Fundamental para evitar la despoblación rural. Sensible a nuestras demandas, en este curso se han mantenido centros escolares con tres alumnos, aunque la normativa establecía un mínimo de cuatro. Aplaudir la iniciativa por parte de la administración para el próximo curso 2018-2019 de seguir con esta política. Somos la única comunidad autónoma en España que mantiene esa ratio para mantenerlos abiertos, con el gran esfuerzo que eso supone. Bravo. Pero, cómo no, seguimos sugiriendo: A) Cuando se realice normativa, siempre se flexibilice lo máximo posible todo lo relacionado con la escuela rural. B) En aquellos centros donde exista alumnado en cursos muy dispares -1º y 6º de Primaria, por ejemplo-, se estudie el poder desdoblarlos en dos aulas. C) Potenciar los institutos en esas zonas. D) Que cuando desaparezca una escuela, los alumnos sean enviados al CRA más próximo y no al de cabecera comarcal, etcétera.

- La EBAU: ¡Cuánto sufrimiento!. Cada vez se tiene una mayor conciencia del problema y de la injusticia de los 17 exámenes para un distrito único. Sale en más medios de comunicación nacional, otras comunidades se van dando cuenta también. Este tema tiene que ser un punto básico en un Pacto Educativo, si alguna vez nuestros políticos se ponen de acuerdo. Pero, mientras tanto, nosotros tenemos que entonar el "mea culpa" y pedir a nuestra Consejería de Educación que se estudien, se comparen y se analicen los ítems de los distintos exámenes en otras comunidades y se realice un informe. Como han manifestado nuestros alumnos, "no queremos más facilidades, solo igualdad". Y una medida que creo que sería de justicia y no difícil de alcanzar es el establecer unos estándares igualitarios en todas las comunidades. No podemos pedir un sobreesfuerzo a nuestros estudiantes con 97 estándares en alguna asignatura para Castilla y León, mientras que en otras eran de 37 e incluso 25. No veo la igualdad, y no entro a valorar la dificultad de las preguntas. He oído y me han comentado que a nuestro alumnado que está preparado, según distintos informes -PISA, entre otros-, no se le puede hacer "exámenes menos exigentes" a los actuales, que hay que mantener el "nivel". Pero lo único que ocasiona es que muchos no puedan acceder a la carrera que quieren o tienen que irse a otras universidades de fuera de Castilla y León, con el coste emocional y económico a las familias. Perdemos un potencial humano que, en la mayoría de los casos, no vuelven a nuestra tierra, con la inversión educativa que se ha realizado y ocasionando una vez más una despoblación preocupante. Y para terminar sobre este tema, una reflexión: nuestros alumnos están a la cabeza en el informe PISA, se hunden en las notas de la EBAU y vuelven a ponerse a la cabeza en la universidad. Analicemos. Ahí lo dejo.

-Consejos escolares: Queremos y exigimos el cumplimiento por parte de los centros escolares de los derechos de las familias a participar en los asuntos de los mismos, según lo recogido en el artículo 27 de la Constitución. Con la Lomce no tenemos voto, pero sí voz. Y con las reglas de juego actuales, queremos que se nos informe y se nos escuche. Las ampas y las familias no solo estamos para celebrar fiestas, realizar actividades extraescolares que tienen que ser impartidas por el profesorado obligatoriamente cuando se aprueba la jornada continua o aportar dinero a los centros para alguna actividad o compra de algún material. Somos parte de la comunidad educativa, pero siempre desde una posición constructiva. Las familias tampoco podemos "pedir privilegios". No confundir nunca un derecho con un privilegio ni exigir cosas que no nos corresponde.

-Bilingüismo: Reivindicar mejoras en su funcionamiento y que si apostamos por el mismo, se dote a los centros de los recursos necesarios, entre otros, la de nativos para cursos completos y no dependamos de la disposición de los mismos, que en algunos casos se van a mitad del curso, quedando los alumnos huérfanos de este recurso que consideramos fundamental, aunque este año algún ampa ha tenido que pagar dicho nativo. Tampoco la administración puede pretender que todos los centros sean bilingües, hay muchas familias que no creen en el mismo y que un centro sea bilingüe no asegura que se obtenga un mayor nivel en segundo idioma o que existan zonas que por las condiciones socioculturales supondría un gran esfuerzo al alumnado que acudan a dichos centros.

-Calendario escolar: Problema difícil. Y si no, que se lo pregunten a los cántabros. Según una encuesta publicada, el 79 % piden volver al calendario "tradicional". Siempre se pone sobre la mesa el tema pedagógico. Pero también hay que tener en cuenta la conciliación de las familias, y eso no supone que los centros sean "guarderías". Y por supuesto, hay que valorar la singularidad de nuestras tradiciones. Y no me refiero solo a temas religiosos; hay otras como el Toro Enmaromado de Benavente, los Carnavales de Toro... Pero cuando se debate este tema nuestros representantes nos dicen que muchas veces no saben si de lo que se habla es del calendario escolar o del calendario laboral.

-Seguimiento y reivindicación de medidas: Ampliación de los sistemas y medidas de refuerzo para el alumnado, sobre todo en Secundaria. Promover el uso de metodologías que favorezcan el éxito educativo de todo el alumnado.

-Derogación inmediata de la Lomce: Pues consideramos que ha sido perjudicial para el sistema educativo. De hecho, desde el primer momento lo denunciamos, exponiendo en su día todos los puntos en los que estábamos en contra. Solo un ejemplo de ello es lo que dice en su preámbulo en el que se busca "la competitividad entre el alumnado", cuando nosotros entendemos la educación como una manera de formar ciudadanos de una forma integral

-Un Pacto Educativo (el punto más importante): Hasta que no entendamos la educación como una inversión de futuro y en la que tiene que haber una estabilidad para que profesores y alumnado puedan desarrollarse y dinero suficiente para la misma, así como un compromiso político para mantenerla durante un periodo de tiempo suficiente y luego evaluar -para ver dónde se ha fallado y rectificar-, independientemente de quién gobierne, todo serán parches, que no nos dejarán avanzar al ritmo necesario en un mundo globalizado.

Quedan puntos por analizar, pero es lo que tiene la educación, que es muy amplia con muchas aristas. Llega el verano y será momento de cargar las pilas. Creo que todos lo necesitamos.

¡Buen verano!