a lectura me parece muy importante en la vida de cualquier persona, pues a través de ella tienes la posibilidad de aprender, de abrir nuestra mente, pensar, desarrollar nuestra creatividad, viajar y trasladarte a un sinfín de mundos paralelos a los que vivimos. Es como soñar, pero tú decides el momento y el libro que te va a ayudar a ello.

Desde el plan de lectura del Centro se da la opción de crear un club de lectura para las familias, con la esperanza de que, unidos familia y escuela y junto al ejemplo que les demos a nuestros alumnos, consigamos acercarle la lectura a sus vidas, de manera que los incentivemos y motivemos con el ejemplo dado.

La lectura hay que vivirla, hay que sentirla y hay que transmitirla. Y todo esto se hace con el ejemplo, este es nuestro lema.

Es por ello que en septiembre de 2017 se crea sobre el papel el Club de Lectura Sansueña, con la ilusión de darle vida. Son muchos los momentos que he dedicado a ello y, a partir de esta fecundación, en noviembre tiene lugar su nacimiento y constitución junto a doce personas que son las que forman este club, del cual hoy somos catorce miembros que quincenalmente nos reunimos para charlar y conversar en torno a un libro para buscar una libertad de pensamiento a través de las palabras que nos regalan los autores con sus novelas. Cada una de sus páginas es una invitación a entrar en un mundo mágico, gracias al cual disfrutamos con la lectura.

La experiencia de coordinar un club de lectura dentro de un centro educativo es una oportunidad de oro para transmitir más allá de las puertas de esta institución el amor y la pasión por los libros, acto que nos guiará, sin duda, hacia un desarrollo de aprendizaje continuo de nuestra persona.

Cuando comienzas una labor de este tipo, sientes muchas ganas de contagiar a los integrantes del club la ilusión con la que comienzas este proyecto, pero a medida que avanza el tiempo y el grupo se va consolidando, te das cuenta de que no hay nada que contagiar y sí mucho que compartir, pues nos unen los mimos lazos de una misma afición: la lectura.

Y es muy hermoso saber respetar la diversidad de opiniones que en estos encuentros se generan, pues con todas las opiniones aprendemos a flexibilizar también nuestra mente y a tener una visión del mundo más amplia en todos los sentidos.

Pero algo importante es generar tiempos para fomentar el hábito de leer, consiguiendo con ello tener modelos vivos en la lectura para nuestros alumnos, convirtiéndose en modelos a imitar y, dentro de cada uno de sus hogares, regalar también ese placer y disfrute con la lectura.

Todo esto y mucho más es lo que nos regala el Club de Lectura. De momento, hemos viajado a través de los siguientes ejemplares:

"Campos de fresas", de Jordi Sierra i Fabra (1997), que trata sobre un tema muy interesante relacionado con las drogas de diseño que actualmente nuestros jóvenes tienen tan cerca. A la mayoría de los miembros del club nos dio pavor pensar en ello y ver una realidad tan cercana reflejada en nuestras propias vidas y con nuestros propios hijos.

"Girasoles ciegos", de Alberto Méndez, que trata sobre la Guerra Civil y todo lo que encierra, ya que se destrozaron muchas vidas y se vivieron momentos muy difíciles. Según nuestra crítica, su lectura es dura pero con calidad literaria que merece la pena saborear.

Una experiencia realmente enriquecedora fue la visita de un autor, Mario Vaquero Roncero, que supo enamorarnos con sus palabras, su sencillez y su cercanía. Su novela "Una familia cualquiera" trata sobre una historia del siglo XX en la que podríamos estar cualquiera de nosotros y que hace reflexionar sobre la condición humana. Según nuestra crítica, su lectura no dejará a nadie indiferente, utilizando un vocabulario rico y muy descriptivo.

Actualmente nos encontramos con el autor japonés Haruki Marakumi, que gracias a su libro "Baila, baila, baila" es capaz de sumergirnos en su pensamiento onírico, hasta el punto de no distinguir si nos encontramos en un sueño o en la realidad de su historia.

Y más allá de todo lo dicho están las palabras de lo que significa el club de lectura para algunas de las personas que forman el mismo y que todas -las que citamos como las que no- son el motor para avanzar en este proyecto.

Miriam Chamorro: "Un lugar donde enriquecerse culturalmente".

Logi Centeno: "Es un lugar donde siempre aprendes algo nuevo y conoces autores que no conocías".

Olga Ferrón: "Una forma de compartir con otras personas aquello que nos transmite la lectura. Mirar la lectura de un libro no solo desde la perspectiva de uno mismo sino desde lo que nos aportan todas las personas que formamos el club".

María Alfonso: "Viajamos a los lugares más recónditos sin movernos del pupitre. Ilusión y aprendizaje".

Inma Iglesias: "Tiempo de viajar y disfrutar sin moverte, compartiendo diferentes formas de ver la misma historia y disfrutando de buena compañía".

Yami Rodríguez: "Para mí el club de lectura es poder leer otro tipo de libros que seguro que no leería y poder compartirlos con otros puntos de vista".

Inma Pérez: "Disfrutar del placer de la lectura compartiéndolo con gente cercana, con la misma afición que yo y enriqueciéndome con sus puntos de vista y comentarios".

Mercedes Rivadulla: "Un lugar para desconectar del mundo real".

Mercedes Delgado: "Compartir, comentar el viaje de la historia que has leído".

Cloti Seijas: "Reunirse y pasar un rato muy agradable, comentando tu punto de vista y comprobar que hay muchos más".

Y como cierre, yo diría que la lectura es un hábito que hay que educar y hay que alimentar, pues nos ayuda a crecer.

(*) Coordinadora Club de Lectura Sansueña