"Usted ha sido elegido para dirigir una compañía de productos de cuidado personal, cuyos accionistas se han ubicado en la Unión Europea, y que puede fabricar y comercializar protectores solares y cremas hidratantes". Así arranca el programa Young Business Talents, en el que este curso participan cuatro institutos zamoranos en su séptima edición. Se trata de un concurso basado en la gamificación para que los alumnos aprendan cómo se trabaja de manera real en una empresa.

Desde el IES Aliste, en Alcañices, la profesora Cristina Fernández toma el relevo a su anterior compañera, que llevó al grupo de alumnos participantes el pasado año a la final de este concurso. "La idea de volver a participar partió de los propios estudiantes, por la experiencia vivida en el anterior curso", reconoce. El área de marketing es uno de los puntos en los que más se profundiza, un aspecto al que no se le da tanta importancia en las clases. "La mayor ventaja de este tipo de programas es que la gamificación está de moda y para los chicos ver una aplicación tan práctica es muy positivo, se acerca mucho más a la realidad, porque se realizan simulaciones comparables con situaciones reales de empresa", explica.

En el IES Maestro Haedo un grupo de 7 alumnos de 2º de Bachillerato lucha por llegar a la final de este concurso nacional. Su profesor, Francisco Zapatero, que imparte la asignatura de Fundamentos de Administración y Gestión, reconoce que el juego se adapta bastante bien a la materia que enseña. "El simulador se basa en torno a tomar decisiones a nivel empresarial, después de conocer el escenario de la compañía y unas determinadas condiciones, como el mercado o la competencia. Es como un pequeño libro de texto", compara. Producción, marketing, finanzas y recursos humanos son los ámbitos en los que los alumnos deben estar atentos para tomar la mejor decisión posible con el objetivo de que su empresa avance.

Rosa Colino, profesora del IES Río Duero, es ya toda una "veterana" en este concurso. En su tercer año participando asegura que se trata de un buen complemento a las tradicionales clases teóricas. "Ellos cogen las riendas de su empresa virtual y son los que toman las decisiones de sus contratos, los sueldos, los gastos en publicidad o la producción", pone como ejemplos. La motivación es uno de los beneficios de este concurso. "Trabajan mucho, me piden consejo y son muy competitivos", describe. Una plataforma que también hace que el profesor se tenga que esforzar más. "A mí me estimula mucho para pensar y ayudarles a razonar sus decisiones", asegura.

En el IES Poeta Claudio Rodríguez, además de en este concurso, otro grupo de 2º de Bachillerato está inmerso en el Starinnova, una iniciativa similar pero enfocada a fomentar el espíritu emprendedor de los más jóvenes. "No es muy complicado, pero a los chicos les tienes que guiar un poco, puesto que se explican los conceptos con una mayor profundidad", apunta el profesor Juan Gutiérrez, a quien este tipo de concursos le parecen una muy buena forma "de que los chavales piensen más allá de trabajar en una empresa o preparar una oposición. Aquí son conscientes de que pueden crear sus propios negocios y se les ayuda a conocer esta posibilidad", valora.

Todas estas propuestas educativas, más allá del aula, son una gran oportunidad de que los alumnos vean de una manera divertida el mundo que les espera tras los estudios y se abran ante ellos nuevas posibilidades de futuro.