Este centro inicia el curso participando en este proyecto internacional Eratóstenes, que lleva por lema este año «El planeta Tierra no tiene fronteras». En él han participado multitud de colegios de todo el mundo y sus alumnos reproducen el método con el que este matemático, astrónomo y geógrafo griego determinó, en el siglo III a. C., el radio de la Tierra. Y lo hizo utilizando únicamente un palo (gnomon), midiendo su sombra en la misma fecha y hora en dos lugares diferentes. No hicieron falta ni satélites, ni GPS para conseguirlo.

La propuesta internacional parte del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (Argentina), del Laboratorio Pie-rre Auger, Universidad Tecnológica Nacional, Regional Mendoza (Argentina) y de la Asociación Física Argentina.

«Es un proyecto motivador y multidisciplinar que se realiza fuera de las aulas y en la que los alumnos participan activamente compartiendo con otros compañeros de colegios de todo el planeta sus observaciones», explica el responsable del departamento de Ciencias del Virgen de la Vega, Gabriel Aguado.

Cada cálculo del radio terrestre demanda, al menos, dos escuelas que midan sombras y longitudes de gnomones, que es como se llama normalmente a la varilla que indica las horas en los relojes solares más comunes, cada una en su punto geográfico durante el mediodía solar, de un mismo día, cerca de los equinoccios.

De modo que, aprovechando que las condiciones meteorológicas han sido óptimas para reproducir el método de Eratóstenes, los alumnos del Virgen de la Vega, divididos en grupos, emularon a Eratóstenes midiendo la sombra que proyectaban sus gnomones. La diferencia con el proyecto original es que los datos obtenidos se comparten a través de las redes sociales con compañeros de otros colegios situados a miles de kilómetros.

En esta ocasión los datos del centro benaventano se han cruzado con los de dos centros, el colegio Farroupilha, situado en la ciudad de Porto Alegre, en Brasil y el colegio Concordia, localizado en la ciudad de Río Cuarto, Argentina, a una distancia de 9.200 kilómetros y 10.600 kilómetros de Benavente. De ahí la importancia de Internet en este proyecto.