Antonio Conde Palacios, especialista en Ginecología y Medicina Reproductiva del Hospital Recoletas se centró en las posibilidades que existen para que las personas con cáncer de mama puedan preservar la fertilidad, bien con la congelación de embriones fecundados, técnica aconsejada en el caso de las parejas estables, la criopreservación de óvulos, en caso de mujeres sin pareja masculina o incluso reserva del semen en caso de los hombres con esta patología, en torno al 1% del total.

Son técnicas, dijo, muy probadas y seguras, especialmente recomendadas en ese 5% de casos de mujeres menores de 40 años que padecen cáncer de mama. Y es que el tumor más frecuente entre las mujeres no solo tiene repercusión en la salud, sino también otras implicaciones importantes sociales y psicológicas, en las que destaca este aspecto de la preservación de la fertilidad.

El hecho de que la supervivencia al cáncer de mama sea muy elevada y que la maternidad se retrase cada vez más hace que estas técnicas sean cada vez más útiles ante posibles afectaciones tras los tratamientos de quimio o radioterapia.

Además, indicó “estas pacientes son prioritarias” debido a que el factor tiempo es fundamental, porque no deben retrasarse los tratamientos para curar la enfermedad. Además, ni los tratamientos de estimulación ovárica ni los embarazos aumentan el riesgo de recaídas del tumor de mama, indicó el doctor.