“Hay que ir paso a paso”

“Hay que ir paso a paso”

Hoy 19 de octubre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud con el objetivo de crear conciencia y promover que cada vez más mujeres accedan a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos.

El Día Mundial trata de convertirse en un recordatorio del compromiso de toda la sociedad en la lucha contra el cáncer de mama, el tumor más frecuente en las mujeres occidentales. En España se diagnostican alrededor de 33.307 nuevos cánceres de mama al año.

El cáncer de mama, con 146 casos en el último año, es el cuarto en incidencia en la provincia de Zamora, tras el colorrectal, próstata y pulmón, y el primero entre las mujeres. Según los datos del Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer 2020 en Zamora la incidencia del cáncer de mama es de 146 casos al año, es decir, 168 por cada cien mil mujeres. El último año fallecieron por esta causa 34 personas (tasa de 39 fallecimientos por cien mil). La prevalencia a cinco años es de 588 personas, lo que supone una tasa de 677 por cien mil habitantes.

Una de las medidas para mitigar los efectos de la enfermedad es el programa de detección precoz que tiene en marcha la Consejería de Sanidad dirigida a las mujeres entre los 45 y 69 años. El año pasado se realizaron en Zamora 9.579 mamografías dentro del programa de detección precoz del cáncer de mama, de las cuales 559 fueron sospechosas positivas, es decir el 5,8% de las realizadas, un punto por debajo de la media regional.

Aunque el cáncer de mama aumenta mucho la incidencia con la edad, también es cierto puede darse en cualquier etapa de la vida, como le ocurrió a Ariadna Carnero, diagnosticada de cáncer en 2015, cuando tenía 21 años. “Me noté un bulto de un día a otro, me asusté mucho, ese día me fui a urgencias, me dijeron que tenía buena pinta pero que había que analizarlo, ya me derivaron y a partir de ahí fue empezar con pruebas. “Es duro, pero hay que ir afrontando poco a poco y luchando poco a poco. Te hacen mamografías, te hacen biopsia. En mi caso también como era tan joven me hicieron una preservación ovárica, una congelación de óvulos. Todavía a día de hoy continúo con tratamiento, con pastillas”.

“Soy consciente de lo que he pasado y soy consciente de que siempre va a estar ahí. Sé que me tengo que poner una inyección cada tres meses, cada seis meses tengo que hacer la visita al oncólogo, pero vamos, yo hago vida normal, no pienso en ello”.

En los momentos difíciles ha sido fundamental “la familia. Tener cerca a la familia y amigos es verdad que es muy importante. Y es verdad que la Asociación contra el Cáncer a mí me ha ayudado mucho desde un primer momento, tanto los voluntarios como los psicólogos o los trabajadores sociales. Todo el mundo me ha ayudado mucho”. La enfermedad le obligó a dejar temporalmente los estudios de Administración que estaba realizando, que luego pudo finalizar, aunque aún no tiene trabajo.

Reconocer que la enfermedad le hizo madurar muy deprisa, “no había otra. ¿Con 21 años que piensas?, salir con amigos, irte de viaje, irte a comprar ropas y poco más. Sin embargo ahora ves la vida de otra manera”. Pasar por el tratamiento para el cáncer de mama no ha sido un camino de rosas: “A ver, he tenido días buenos y días malos, como todo el mundo. Pero yo no es decir que estuviera con mis padres o con mis amigos o gente con la que tuviera relación, porque ellos realmente no tenían culpa de nada de lo que me estaba pasando. Realmente he tenido momentos muy malos, pero realmente me los tragaba yo y no hacía pasarlo más a nadie. Y físicamente es duro: “Es muy duro. Siempre te dicen, el pelo es lo de menos, pero afecta mucho. No solo el pelo de la cabeza, verte sin cejas, por ejemplo y sin pestañas afecta mucho.

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Y físicamente, todo el cuerpo cambia. Era la mentalidad que tenía todo el mundo, porque yo era consciente de que eran algunos meses, un año, dependiendo un poco de si todo iba bien y no había que retrasarlo mucho. Pero sabía que después de ese tiempo más o menos el pelo me iba a volver a crecer, el cuerpo y el tono físico también iba a volver, etcétera. Es un poco la mentalidad de cada uno”.

La conclusión final de Ariadna es clara: “Hay que afrontar las cosas como vienen, llamar a las cosas por su nombre e ir paso a paso. No pensar en que me quedan 23 sesiones de radioterapia, es ir semana a semana y paso a paso. Fue el consejo que me dio mi psicóloga y me vino muy bien”.