María Montejo, psicooncóloga de la Asociación Española Contra el Cáncer de Zamora, participará el 19 de octubre en la jornada online organizada por LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA con motivo del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama. El evento cuenta con la colaboración de la Asociación Española Contra el Cáncer y el patrocinio del Ayuntamiento de Zamora, el Hospital Recoletas y la Fundación Caja Rural de Zamora.

El cáncer de mama se mantiene en segundo lugar en incidencia en España. La psicóloga explica que la tasa de supervivencia de este tumor es una de las mejores, pero que eso no significa que haya que dejar de seguir investigando ni de prestarle atención. “La mamografía es el medio más importante para hacer un diagnóstico precoz”.

–¿Qué supone este cáncer en cuanto al área emocional?

–Hay tantas reacciones como personas. A veces oímos frases como “tienes que ser fuerte” o “mira este que bien lo lleva”, y es importante saber que cada uno está en un momento de su vida diferente y que lo normal es que haya como una especie de bloqueo, incluso de miedo porque es una situación desconocida. Cuando te dan esta noticia, a veces hay emociones de shock, negación, enfado e incluso tristeza porque un diagnóstico, sea de la enfermedad que sea, va a suponer siempre una pérdida de salud y esto indiscutiblemente no puede traernos alegrías. Lo que nos va a traer es un poco de tristeza y además, con un cáncer como el de mama, muchas veces van asociadas otro tipo de pérdidas, como es la pérdida de imagen debido a los tratamientos por la caída del pelo, las cicatrices... Aunque cada vez se hace menos, hay todavía casos en los que hay que hacer una mastectomía. También supone muchas veces una pérdida de rol porque puede haber una baja laboral o porque tenemos que delegar funciones en casa por el cansancio. Cuando hay una baja laboral, supone que hay menos ingresos y además ahora, en esta situación actual que tenemos de coronavirus, es una situación más difícil todavía. La persona va a necesitar un tiempo para adaptarse a esa nueva normalidad que es tener que ir a recibir los tratamientos, a que el oncólogo, el cirujano o el radioterapeuta le vayan informando de los siguientes pasos a seguir y muchas veces es una sensación de no control porque alguien que tiene este proceso oncológico no sabe si va a tener síntomas o no va a poder hacer determinadas cosas.

–¿Tienen que permitirse tener esas emociones?

–Sí, esto es muy importante porque a veces queremos estar muy bien para que los demás no se preocupen. Lo que hay que tener es una buena comunicación. El entorno tiene que ser un entorno facilitador y si un día no lo tengo bueno, poder decir hoy no me apetece levantarme del sofá porque no me encuentro bien y que el entorno lo permita también. Hay que adaptarse a lo que te pide el cuerpo y, en la medida de lo posible, decir voy al hospital, me conecto con lo que tengo, me conecto con los tratamientos y cuando salgo, intento llevar mi rutina lo más normal posible. Aunque habrá situaciones en las que no pueda ser así, tampoco hay que dejar de hacer todo.

–¿Cómo afecta a los pacientes de cáncer la pandemia?

–La situación es más limitada porque, por miedo a que estén las defensas bajas y al contagio, los pacientes están saliendo menos e incluso los familiares a veces restringen las visitas. Estamos viendo casos de pacientes que a lo mejor tienen que afrontar la consulta en soledad. Cuando uno está recién diagnosticado, suele estar un poco bloqueado y a lo mejor no hay una buena recepción de la información.

–¿Cómo afectan emocionalmente estas restricciones por la pandemia?

–Normalmente suele haber mucho miedo al contagio porque son pacientes de riesgo y esto hace que tengan aun más restricciones en su vida diaria, incluso los familiares dejan de hacer cosas por miedo a contagiarles. Nos encontramos con familiares que quieren ser cuidadores y que no pueden porque otro cuidador no les permite hacer ese cuidado por miedo al contagio. Incluso los pacientes muchas veces sienten como que están restringiendo la vida de los demás porque sus familiares dejan de hacer algunas actividades. Aunque esto no ha pasado y no ha parado en ningún momento, también tienen mucho miedo a que se retrasen las pruebas, las consultas, los tratamientos o a que les manden una prueba para valorar y se retrase en el tiempo.

–¿Qué se les puede recomendar en esta época difícil?

–Es normal que tengan todos esos miedos porque el miedo es una emoción que nos avisa de posibles peligros, aunque el peligro no siempre va a ser real. Les diría que no se dejen llevar por el miedo totalmente en el sentido de que las consultas siguen adelante, los tratamientos se están poniendo y las pruebas se están realizando, y esto no ha parado en marzo ni va a parar ahora. Que estén tranquilos y, sobre todo, que tengan muy buena comunicación tanto con su entorno familiar para necesidades o miedos que puedan tener, y con su entorno sanitario, tanto con oncología y radioterapia como con el médico de cabecera, porque a veces nos imaginamos algo y no tiene nada que ver con la realidad. Siempre es mejor que lleven apuntadas las dudas que puedan tener y las consulten.

–¿Hay muchos pacientes de cáncer que reciben esta atención psicológica de la AECC?

–Estamos viendo que hay un incremento en los servicios y nos hemos adaptado a poder hacerlo por llamada o videollamada. Durante toda la pandemia, ha funcionado mucho la parte de atención social porque han bajado los ingresos económicos y tenemos una serie de ayudas para subvencionar medicamentos o material ortoprotésico. Tenemos un servicio de fisioterapia para rehabilitación y prevención de linfedema. Si hay pacientes que no pueden ir al Hospital a por el tratamiento oral, el voluntariado se lo acerca a casa, además de hacer acompañamiento o ayudarles si necesitan ir a la compra o a la farmacia.

–¿Qué mensaje daría a alguien que recibe este diagnóstico?

–Que cualquier cosa que sienta es normal. El médico le va a ir diciendo los pasos que tiene que seguir, que cualquier duda la pregunte y, por supuesto, que estamos ahí para hacer ese apoyo emocional, orientarle y guiarle en el proceso.