Dos de los principales gases contaminantes que propician el calentamiento global son el NOx (óxido de nitrógeno) y el CO2 (dióxido de carbono). Los ciudadanos perciben las consecuencias de este impacto medioambiental muy de cerca, con restricciones en la circulación de vehículos en ciudades como Madrid o Barcelona o la frecuencia de sequías y lluvias torrenciales asociadas al cambio climático. No solo los ciudadanos son los que están concienciándose con estas iniciativas, las empresas también lo están haciendo.

Por ello, empresas como Correos lleva años trabajando en disminuir su impacto en el entorno en el que desarrolla su actividad y prestar el servicio de manera respetuosa con el medio ambiente. Por este motivo, están llevando a cabo medidas de eficiencia energética y cuentan con la colaboración e implicación de todos los empleados para disminuir los consumos, realizan los procesos de manera eficiente y apoyarse en las nuevas tecnologías. Miden y controlan sus emisiones de gases de efecto invernadero y ofertan a los clientes productos que contribuyen a limitar el impacto en el medio ambiente.

La compañía postal y de paquetería, se encuentra ante un gran reto medioambiental, por ello, ha ido aumentando progresivamente su flota de vehículos eléctricos, ha probado nuevos combustibles como alternativas al diésel, ha optimizado las rutas reduciendo los kilómetros a recorrer.

En la transición hacia un transporte más sostenible, hay que reconocer que el recorrido que menor impacto genera, es el que no se realiza. Pero compañías como Correos, que trabajan de ello, buscan otras alternativas en su compromiso con el medio ambiente para que su transporte genere el mínimo impacto.

Los kilómetros que cada día hacen los carteros a pie son unas de las medidas que ayuda a frenar el impacto, sumado a la introducción de nuevas tecnologías de transporte alternativas y cursos de conducción eficiente y segura.

Este año, y coincidiendo con la semana europea de la movilidad, ha lanzado una encuesta de hábitos de transporte y ha promovido el uso del vehículo compartido. Además, para el 2018 también tiene previsto avanzar en la optimización de las rutas de reparto con sistemas de información geográfica que posibilitan acortar distancias planificándolas.

La hoja de ruta de la compañía tiende hacia un modelo de movilidad que sea sostenible en el tiempo, es decir, económicamente viable, respetuoso con el ambiente y vigilante de los cambios para mejorar la calidad del aire, evitar el impacto del calentamiento global y, por último, sin olvidar la actividad económica de la empresa, garantizar la adecuada prestación de los servicios postales y de paquetería en los escenarios de restricción a los que se enfrentan.