La movilidad eléctrica y su tecnología avanza ya a pasos agigantados y abre las puertas a nuevas soluciones para mejorar el consumo de energía y que esta sea más sostenible.
La movilidad eléctrica y su tecnología avanza ya a pasos agigantados y abre las puertas a nuevas soluciones para mejorar el consumo de energía y que esta sea más sostenible.
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La batería del vehículo, además de almacenar electricidad para mover el automóvil, ofrece posibilidades adicionales para el usuario. Y es que este pequeño “depósito” de energía se está posicionando como una herramienta a tener en cuenta si hablamos de soluciones inteligentes para el hogar, sobre todo, cuando la vivienda cuenta con formatos de generación eléctrica propios como placas fotovoltaicas.
De la combinación de estos elementos nace Vehicle-To-Home, un sistema que permite almacenar en la batería del coche la energía renovable generada por las placas solares cuando las condiciones meteorológicas son óptimas o cuando el mercado eléctrico es más barato. Esa energía se puede utilizar en la casa en otro momento: por la noche o en los picos de consumo, cuando la luz es más cara.
Y no es la única opción. Adicionalmente, mediante la agrupación de múltiples usuarios con baterías, es posible proporcionar energía al sistema general en momentos de escasez de producción o absorbiendo electricidad cuando hay exceso. Esto se conoce como Vehicle-To-Grid.
Para realizar ambas tareas, es imprescindible que la batería del vehículo esté preparada para intercambiar electricidad con el punto de suministro en ambos sentidos y todo el proceso debe estar controlado por sistemas y soluciones que ya existen en el mercado.
En palabras de Javier Aríztegui, gerente de Transición Energética y Movilidad de Repsol, son necesarios tres elementos: “Por un lado, un vehículo que lo permita. Por otro lado, que contemos con un sistema tipo EMS en el hogar, que te facilite hacer ese juego de carga, recarga y dar servicios al hogar. Si además queremos hacer el Vehicle-To-Grid, necesitamos que ese EMS esté asociado a otros EMS”.
Como señala el experto, los Energy Management Systems (EMS) son clave para la gestión inteligente de estos sistemas. Basándose en algoritmos de inteligencia artificial, “aprenden cuáles son nuestras costumbres de consumo y hacen una estimación de cómo será la demanda en la vivienda a lo largo del día; así ajustan el consumo de cada electrodoméstico y controlan en qué momento las baterías del automóvil pueden tomar la energía o la deben ceder al hogar”, aclara.
En un escenario de transición hacia un nuevo modelo energético, y de nuevas exigencias sociales respecto a rebajar el impacto de consumo de recursos, las necesidades de electricidad aumentan continuamente. Un informe de BloombergNEF, pone de manifiesto que en 2040 el 50% de los coches del mercado serán eléctricos e incluirán alimentación inteligente.
Hay que destacar que en la actualidad el coche eléctrico ha pasado de ser una máquina pasiva a almacenar y redistribuir energía. Llegan lo que se conoce como vehículos interactivos: Vehicle-To-Grid o V2G, es decir, con la capacidad de devolver la electricidad contenida en sus baterías a la red eléctrica, mediante sistemas inteligentes de control de consumo.
La tecnología Vehicle-To-Grid permite ceder la electricidad almacenada en las baterías de los coches a la red eléctrica cuando estos se encuentran conectados a una toma de corriente. El usuario puede así aportar la energía de su vehículo cuando no la necesita, de tal forma que se reincorporaría a la red de distribución, mejorando el balance energético. “Si esto lo hacen de forma coordinada numerosos usuarios, la aportación al sistema eléctrico es relevante y reciben una remuneración por ello”, asegura Aríztegui. De hecho, Repsol está desarrollando un dispositivo que agrega sistemas EMS para que operen como si fueran una sola entidad en el mercado eléctrico. Se conoce como VAM (Virtual Asset Management) y actúa frente al mercado suministrándole energía o disminuyendo la demanda, respetando en todo momento las necesidades de cada consumidor.
A medio plazo, el Vehicle-To-Home y Vehicle-To-Grid pueden ayudar a hacer un uso más eficiente de la energía en el hogar, pero aún tienen que superar algún reto. El principal es tecnológico. Y es que “no todas las baterías están adaptadas para que el flujo recorra el camino de ida y de vuelta”. A día de hoy, la descarga energética sigue siendo un hándicap ya que puede comprometer la vida útil de la batería. "Cuando se solucione esta cuestión y se extienda el uso de los EMS, cambiará por completo la relación que tenemos con la movilidad y la energía”, concluye Aríztegui.