Pacientes crónicos: Entrevista a la Dra. Lucía González-Cortijo :: Prensa Ibérica

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Hablamos con la Dra. Lucía González-Cortijo

Dra. Lucía González-Cortijo

Jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

El coronavirus está afectando a toda la población, pero si pensamos en un grupo especialmente vulnerable, este es de los pacientes con cáncer. ¿Qué sentimiento hay ahora mismo entre ellos?

Los pacientes oncológicos han vivido con especial angustia estas semanas de pico de pandemia en nuestro país. Por una parte, por su propio diagnóstico y la sensación de vulnerabilidad que ello conlleva; y en segundo lugar porque suelen ser pacientes muy dependientes de sus médicos y del hospital, y se han encontrado con una atención muy diferente, con mayor número de consultas telefónicas y ocasionalmente retrasos en algunas pruebas o en algunos tratamientos no imprescindibles.

En cualquier caso, los Servicios de Oncología son de los pocos departamentos que han mantenido su actividad durante la pandemia, atendiendo a los pacientes nuevos, a los que están con tratamientos activos, o a los pacientes graves que precisan ingreso. Lo que sí estamos haciendo es retrasar consultas no imprescindibles, cambiar tratamientos intravenosos a orales o subcutáneos si es posible, o hacer revisiones vía telefónica para evitar el trasiego de pacientes y familiares por el hospital.

Más allá de las medidas de prevención dictadas para prevenir el contagio entre la población en general, ¿qué otras cautelas deben tener estos pacientes?

En general las recomendaciones para los pacientes oncológicos son similares a la del resto de pacientes con otra comorbilidad. Nuestros pacientes deben evitar en lo posible las salidas, deben evitar el contacto con personas infectadas o con riesgo de infección, y deben consultar de inmediato ante cualquier síntoma sospechoso, por leve que éste sea.

¿Todas las personas con cáncer tienen un riesgo superior de contagio? ¿Cómo impacta el coronavirus en el paciente oncológico?

Sabemos que no todos los pacientes son iguales y que algunos de ellos tienen más riesgo de infectarse. Estos enfermos son los hematológicos o los que están recibiendo un tratamiento activo con quimioterapia o con radioterapia radical en el pulmón. Inicialmente los pacientes con leucemia o enfermedades de la médula ósea que per se producen inmunosupresión probablemente tengan más riesgo que los pacientes diagnosticados de tumores sólidos como cáncer de colon, mama o pulmón, en los que la inmunosupresión suele estar relacionada con los tratamientos. En estos pacientes inmunodeprimidos estamos utilizando “factores estimulantes de colonias” para la más rápida recuperación de sus defensas.

En cuanto al impacto del coronavirus en el paciente oncológico, todavía no tenemos datos concluyentes al respecto. Sabemos por un estudio muy reciente en pacientes chinos que la cirugía en pacientes oncológicos que están en periodo de incubación de la covid-19 puede acelerar y empeorar la evolución de la enfermedad. Sin embargo, ahora que se está recopilando información sobre la evolución de los pacientes oncológicos que han padecido la infección, parece que hay datos que sugieren que la “escasa reactividad linfocitaria” en nuestros pacientes puede protegerlos de alguna manera de la importante “respuesta inflamatoria” frente al virus que es la que implica el deterioro respiratorio y sistémico severo en esta enfermedad.

¿Cómo funciona una planta o un servicio de Oncología en estas semanas? ¿Qué ha cambiado durante esta crisis, tanto para los profesionales como para los pacientes?

En todos los hospitales las plantas se han visto inundadas por pacientes covid-19. Lo que hemos hecho en nuestro caso ha sido aislar a todos nuestros pacientes oncológicos en una planta no-covid-19 en la que en principio no hubiera pacientes infectados. Además, hemos procurado que los médicos del servicio que han atendido a pacientes covid-19 no atiendan a los pacientes oncológicos en la planta.

En las consultas, como ya se ha comentado, hemos procurado minimizar el número de consultas presenciales, hemos retrasado visitas prescindibles, y hemos organizado tratamiento con menor tiempo de estancia el en hospital.

Por nuestra parte, los médicos hemos reconvertido nuestros Comités de Tumores presenciales por teleconferencias, con el fin de juntarnos lo menos posible para evitar contagios entre nosotros.

Supongo que se valora individualmente a cada paciente fijándose en el tipo de tumor, momento de la enfermedad, gravedad…

Pues efectivamente individualizando cada caso. En lo posible estamos retrasando cirugías que puedan posponerse. En muchos casos podemos iniciar el tratamiento oncológico con quimioterapia u otro tratamiento sistémico y dejar la cirugía para más adelante. Además, hay pruebas diagnósticas prescindibles o consultas que no precisan ser presenciales. De alguna manera hemos vuelto a esa Medicina más precaria, en la que trabajamos con lo que tenemos (que sigue siendo mucho comparado con lo que tienen en otros países) y que en algunos aspectos nos ha reforzado como médicos.

¿Podrían las nuevas medidas adoptadas aplanar la curva de contagios pero poner en riesgo la evolución del paciente oncológico?

No lo creo. Tenemos un sistema sanitario muy potente, tanto público como privado. Es cierto que hemos tenido unas semanas muy complicadas, pero no se han dejado de atender las necesidades urgentes de los pacientes crónicos. Es probable que tengamos nuevos picos de infección en los próximos meses, pero serán menos virulentos que el que hemos vivido y la rutina en el manejo de nuestros pacientes se irá retomando poco a poco. Pero insisto en que no se ha dejado de atender a ningún paciente recién diagnosticado o que precisase una atención urgente.

¿Cómo se plantea el escenario post-covid-19? ¿Qué medidas se toman para volver a la práctica asistencial habitual en esta especialidad? ¿Temen un aumento de la actividad cuando haya que atender todas las cirugías no urgentes, pruebas diagnósticos, revisiones pospuestas… que se pueden estar acumulando?

Pues verdaderamente esa es una de nuestras preocupaciones. Estamos posponiendo muchas revisiones y consultas desde todos los servicios, pero también son los propios pacientes los que no quieren venir por miedo al hospital y están posponiendo visitas que ya podríamos ir retomando. Esto va a ser particularmente importante en los Servicios de Cirugía, donde se está reanudando la actividad muy poco a poco, pero que aún falta tiempo para que se aborden todas las intervenciones programadas de la forma habitual. Todo esto va a suponer una acumulación importante en los hospitales en los próximos meses que habrá que gestionar con rigor y mucha organización.

¿Qué último mensaje o consejo daría en este momento a los pacientes con cáncer?

Que estén tranquilos. Que se protejan con mascarilla y guantes. Y que no duden en contactar con su oncólogo ante cualquier síntoma o cualquier duda relacionada con la infección.