La transformación hacia un modelo basado en la innovación y las alianzas permite preservar la disponibilidad del agua y favorecer el progreso social en Zamora, donde la compañía gestiona el servicio municipal de agua.
La transformación hacia un modelo basado en la innovación y las alianzas permite preservar la disponibilidad del agua y favorecer el progreso social en Zamora, donde la compañía gestiona el servicio municipal de agua.
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El cambio climático impacta directamente sobre la disponibilidad de los recursos hídricos, con episodios meteorológicos extremos cada vez más frecuentes. Por ello, es necesario dar el impulso definitivo hacia un modelo circular que permita depender cada vez menos de la lluvia, diversificar las fuentes de abastecimiento y salvaguardar este recurso natural insustituible para la vida y el planeta.
El Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo, subraya este año, bajo el lema ‘Agua para la paz’, el papel del agua como elemento fundamental en la estabilidad y el progreso de las sociedades. Precisamente esta cooperación entre comunidades resulta esencial a la hora de garantizar el acceso al agua y saneamiento universal para todas las personas, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 establecido en la Agenda 2030.
Frente a este desafío, Aquona, empresa del grupo Veolia –referente mundial de la transformación ecológica con soluciones en agua, energía y residuos–, que gestiona el servicio municipal de agua en la ciudad, integra los principios de la economía circular en el centro de sus actividades, con la innovación, la digitalización y la colaboración público-privada como palancas.
Y es que el 100 % de la red de suministro de agua de la ciudad se encuentra digitalizada, un avance que permite controlar en tiempo real todos los indicadores de calidad y de comportamiento de las tuberías y actuar de forma rápida y eficaz ante cualquier incidencia. Lo mismo ocurre en la estación de tratamiento de agua potable (ETAP) en donde la tecnología hace posible un seguimiento constante de estos indicadores. De esta manera los datos que nos ofrece la digitalización son claves a la hora de asegurar la disponibilidad del recurso hídrico, no sólo para el momento actual, sino también en un futuro.
Vista de la estación de tratamiento de agua potable de Zamora.
Asimismo, la disminución del impacto del cambio climático a través de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero también constituye un factor clave para el servicio municipal de agua que Aquona gestiona en la ciudad. Por este motivo, en los últimos años se ha renovado la flota de vehículos con el propósito de convertirla en híbrido-eléctrica y se han desarrollado proyectos de compensación de emisiones, como ‘Reforesta Zamora’, el cual nació para compensar la huella de carbono que genera la actividad del servicio de agua a través de la plantación de 1.500 árboles en distintas zonas de la ciudad.
Además de promover una gestión sostenible de los recursos naturales, Aquona impulsa medidas y alianzas con entidades locales y regionales para mejorar la calidad de vida de las personas, en especial aquellos colectivos en situación de vulnerabilidad. Por ello, el 100 % de los clientes de Aquona tienen acceso a fondos o tarifas sociales, un reto que se ha alcanzado gracias a la colaboración de las administraciones y entidades sociales como Cruz Roja o Cáritas, con las que se ha firmado acuerdos en el último año para ampliar la cobertura de los fondos sociales existentes en la región. En cifras, Aquona destinó el último año un total de 683.000 euros a fondos y tarifas sociales.
A su vez, la creación de oportunidades educativas, la mejora de la empleabilidad y la promoción de comunidades sostenibles son los ejes fundamentales del compromiso de Aquona con la comunidad. Un compromiso que, en el caso de la capital zamorana, se ha consolidado a lo largo de los más de 50 años que Aquona lleva en la ciudad.
Programa Aquae STEM en las aulas del colegio Santísima Trinidad.
En el ámbito de la educación, la compañía ha desplegado dos programas que son referentes tanto a nivel local como regional. Aqualogía, ha formado en el conocimiento y cuidado del agua la más de 22.800 alumnos de primaria castellano y leoneses desde su inicio hace 10 años y, como viene siendo tradición, estos días recorre las aulas de Zamora, entre otras ciudades de la Comunidad Autónoma.
Por su parte, el programa Aquae STEM, promueve las vocaciones científicas, matemáticas y tecnológicas, entre más de 600 escolares de Castilla y León. En Zamora participan los colegios Sagrado Corazón de Jesús y Santísima Trinidad, con el que gracias a Aquae STEM, se han generado sinergias y alianzas para realizar otro tipo de actividades vinculadas a hacer de Zamora una ciudad más sostenible, como la jornada de limpieza de la ribera del río Duero que voluntarios de Aquona, profesores y alumnos del centro realizan cada año para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente.
En materia de ocupación, Aquona, en línea con su visión integral a la hora de generar oportunidades educativas y empleo verde, lleva años colaborando con el IES Universidad Laboral, en la modalidad de FP Dual en Mecatrónica. Cada año la empresa ofrece una beca remunerada a un alumno de este FP para que lleve a cabo las prácticas en el servicio municipal de agua de Zamora y adquiera habilidades relevantes vinculadas al agua y a la sostenibilidad, además de facilitar su futura inserción al mercado laboral.
Presentación del alumno de FP DUAL de mecatrónica en las oficinas de Aquona Zamora.
Por último, el ya afianzado modelo de atención al cliente ‘Contigo’ de Aquona, sitúa a las personas en el centro de su actividad, eliminando todo tipo de barreras – ya sean de comprensión del idioma, digitales, económicas o relacionadas con la discapacidad- para atender de manera personalizada las necesidades de cada uno de sus clientes.
Así pues, la colaboración sostenida con las administraciones y los actores locales ha sido clave en la trayectoria de la compañía en la ciudad y resulta fundamental para seguir avanzando en un modelo de gestión del agua más sostenible, resiliente e inclusivo, para las generaciones futuras.