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Reducir el daño del hábito de fumar desde la sostenibilidad e innovación

¿Pueden los dispositivos libres de humo generar un impacto positivo en salud pública? Disminuir el riesgo de daño asociados al cigarrillo es posible si se pone el foco en desarrollar opciones basadas en la evidencia científica y se invierte en una transformación tecnológica. La apuesta por la innovación y por la sostenibilidad son la llave que abre la puerta a un futuro sin humo.

Empresas como Philip Morris International (PMI) ven la sostenibilidad como una oportunidad de futuro. Es el motor para seguir innovando, creciendo y creando valor a largo plazo. Pero si hay un factor en el que la compañía está poniendo desde hace años todos sus esfuerzos, es el de abordar los efectos negativos del hábito de fumar en la salud, y se ha convertido en uno de los aspectos más importantes de su estrategia. Para ello, la búsqueda de soluciones basadas en la ciencia y en la innovación tecnológica está siendo imprescindible.

"Que Philip Morris deje unilateralmente de vender cigarrillos mañana no cambiará nada", afirma Moira Gilchrist, Vicepresidenta de Comunicación Estratégica y Científica de PMI. "Porque eso no elimina la demanda de cigarrillos. La demanda seguirá existiendo, y otros simplemente la cubrirán".

Y además añade: "Nuestra transformación tiene mucho más sentido, porque en lo que estamos trabajando es en reducir la demanda de cigarrillos a largo plazo, con lo que nos aseguramos de que el descenso del consumo de tabaco continúe -e incluso esperemos que se acelere aún más".

Un enfoque crítico frente a los riesgos del hábito de fumar

La estrategia de la compañía impacta de dos formas distintas, diferenciando la huella social de la ambiental. Es decir, por un lado, trabaja sobre los impactos generados por sus productos, y por otro, los generados por su actividad comercial. Lo que produce y cómo lo produce.

Los impactos sociales que generan sus productos forman el núcleo de la estrategia empresarial de la tabaquera, una cuestión que se fundamenta sobre tres pilares. El primero se centra en maximizar las características positivas de los productos libres de humo: el diseño y comercialización de nuevos productos, sin combustión pero con nicotina, fabricados bajo el prisma de la investigación científica.


Y esta es precisamente, la meta principal que se ha puesto Philip Morris a conseguir: acabar con los cigarrillos, y que éstos se conviertan en un producto del pasado. Y es que la ciencia ha demostrado que el mayor riesgo está en el humo que se genera al quemar un cigarrillo: este contiene más de 6.000 sustancias químicas, de las cuales, unas 100 se han identificado como nocivas o potencialmente nocivas. Y son estos elevados niveles de sustancias tóxicas la principal causa de enfermedades relacionadas con el hábito de fumar.

Por último, la búsqueda de un impacto positivo en la salud, que conjuga el reto de alcanzar un futuro libre de humo con el desarrollo de nuevas fórmulas de crecimiento en el cuidado de la salud y del bienestar, aprovechando todas las capacidades tecnológicas basadas en la ciencia que la empresa ha creado gracias a transformación de su negocio.

Ahora bien, y en palabras de Gregoire Verdeaux, Vicepresidente Senior de Asuntos Externos de PMI: “No cabe duda de que la mejor opción para todos los que fuman es dejar por completo el tabaco y la nicotina. Pero sabemos que muchos adultos no lo dejarán, y estas personas merecen tener acceso a mejores alternativas que seguir fumando. Estas innovaciones existen y están impulsando un cambio real”.

Un futuro libre de humo en cifras

La transformación del sector tabaquero es un fenómeno que ya no tiene vuelta atrás y para ello, la sostenibilidad es pieza esencial en todas las áreas del negocio para controlar los impactos realizados por el producto y por la producción.

"Las cifras son imposibles de ignorar", afirma Stefano Volpetti, Presidente de Productos Inhalados Libres de Humo y Director General de Consumo de PMI, y añade: "Ofrecen (las cifras) una imagen clara del cambio que estamos impulsando: en primer lugar, ofreciendo una gama de mejores alternativas a los fumadores adultos y, en segundo lugar, acelerando el fin de los cigarrillos".

En 2016, la compañía tabaquera anunció su compromiso por generar un futuro libre de humo y desde podemos ver avances desde varios puntos:

  1. A finales de septiembre de 2023, la compañía reportaba que más de un 36% de sus ingresos netos totales provienen de sus productos libres de humo, acercándose al ambicioso objetivo de llegar a los dos tercios para 2030.
    Así, desde la compañía afirman que “con el marco regulatorio adecuado, con diálogo y el apoyo de la sociedad civil, se podría poner fin a los cigarrillos en unos 10 a 15 años en muchos países”.
  2. Estas alternativas ya están disponibles en 82 mercados, frente al objetivo de los 100 mercados para 2025.
  3. Desde 2008, PMI lleva invertidos más de 10.500 millones de dólares en desarrollo, la investigación científica, la fabricación, comercialización e innovación continua de alternativas sin humo.
    En este sentido, en 2022 la compañía reportaba que el 74% de sus esfuerzos comerciales y el 99% de sus recursos en I+D se dedicaron a los productos libres de humo.

Desde Philip Morris nos aseguran que su transformación “no consiste únicamente en sustituir un producto por otro nuevo”, sino que también requiere “transformar toda nuestra cadena de valor, así como nuestra forma de relacionarnos con la sociedad”.

En definitiva, existe la posibilidad de ayudar a combatir el impacto que genera el tabaquismo en la salud pública. Pero no es algo que se consiga de la noche a la mañana ni de manera individual, sino que para verdaderamente dejar atrás el cigarrillo, es necesaria la colaboración del resto de partes interesadas, como las autoridades públicas y las comunidades médica y científica.