Cuando el cáncer de mama no se cura: el estigma de las pacientes con metástasis

La realidad de las pacientes con cáncer de mama metastásico es radicalmente distinta de la de aquellas cuyos tumores se detectan en fases tempranas.

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Desde el momento en que una mujer -y también algunos hombres, aunque menos- recibe el diagnóstico de que su cáncer de mama ha avanzado, sabe que le acompaña una cuenta atrás. Su única esperanza radica en disponer de terapias eficaces que puedan sumar tiempo a ese conteo regresivo, así como que les permita mejorar lo máximo posible su calidad de vida.

“El cáncer de mama es una enfermedad que, cada vez, podemos curar más; pero, aun así, el año pasado fue la primera causa de muerte de la mujer española”, destaca el Dr. Antonio Llombart, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Arnau de Vilanova, además de coordinador y miembro de la Asociación de Lucha contra el Cáncer en Valencia. El positivismo de que “el cáncer de mama se supera” ha calado más de lo que debería entre la sociedad. No es una enfermedad con una cura asegurada. Y tampoco con una calidad de vida adecuada. Tan solo el año pasado, fallecieron en nuestro país más de 6.000 personas por cáncer de mama metastásico, lo que pone de manifiesto que aún queda mucho camino que recorrer para estas pacientes.

El subtipo, determinante en el cáncer de mama metastásico

Para poder dar respuesta al cáncer de mama tenemos que conocer su apellido, el subtipo al que pertenece. El cáncer de mama es una enfermedad heterogénea que se puede dividir en varios subtipos según las características moleculares y genéticas de las células cancerosas. Los subtipos más comunes son el HR+, que presentan sobreexpresión de receptores hormonales; el HER2+, con sobreexpresión o amplificación de esta proteína; y el triple negativo, que no expresa ninguno de los dos receptores hormonales (estrógenos y progesterona) ni HER2.

“El cáncer de mama triple negativo es un subtipo más agresivo que aparece en gente más joven y cuenta con menos opciones terapéuticas, por ello se están centrando mayores esfuerzos de investigación en este subtipo”

Dr. Antonio Llombart, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Universitario Arnau de Vilanova.

Esta característica tan ambigua del triple negativo lo convierte en uno de los subtipos más difíciles de tratar. En este sentido, su pronóstico se vuelve complejo y las personas con cáncer de mama triple negativo que evoluciona a metastásico tienen una tasa de supervivencia menor en los primeros cinco años después del diagnóstico, en comparación con las que padecen otros subtipos. “Es un tumor más agresivo que aparece en gente más joven y cuenta con menos opciones terapéuticas, por ello se están centrando mayores esfuerzos de investigación en este subtipo. La parte positiva es que, en estos últimos años, hemos empezado a encontrar tratamientos más dirigidos que son más eficaces en esto subtipo. Pero, desde luego, sigue siendo el tumor más difícil de tratar”, destaca el Dr. Llombart.

Cuando el cáncer de mama no se cura: el estigma de las pacientes con metástasis

Por su parte, el subtipo más común es el HR+. Tal como explica este oncólogo, “es el cáncer de mama más frecuente. En la etapa metastásica, baja la frecuencia gracias a que tiene un mejor pronóstico en su fase precoz, pero sigue siendo el subtipo más frecuente entre las pacientes con cáncer de mama metastásico”. Las pacientes con este subtipo tienen más opciones terapéuticas; y, sin embargo, para ellas seguirá siendo necesario contar con más tratamientos para lograr la tan ansiada cronificación del cáncer y una mejora en la calidad de vida.

La clave: impulsar el acceso a terapias transformadoras

El acceso a terapias innovadoras que les permitan vivir más y mejor es una de las necesidades clínicas más urgentes para las pacientes metastásicas. La investigación en estos últimos años ha sido extraordinaria, logrando desarrollar tratamientos muy beneficiosos para estas mujeres. Sin embargo, existe un desajuste entre el desarrollo científico y su incorporación al Sistema Nacional de Salud. “Un problema que tienen las pacientes de cáncer de mama metastásico es que hay un cierto retraso administrativo en la incorporación de algunos fármacos cuando son aprobados por la Agencia Europea del Medicamento”, destaca el Dr. Llombart, a lo que añade que “tenemos algunos fármacos que, aunque van a terminar incluyéndose, en ese proceso de negociación, hay pacientes que pierden la oportunidad de recibir estas terapias y fallecen. Es una pena porque los nuevos fármacos tienen un impacto significativo en la supervivencia”.

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