Un joven vecino del barrio de la Trinitat de Barcelona se llevó la madrugada del pasado domingo el susto de su vida cuando, aún somnoliento tras despertarse de madrugada fue a la cocina y se encontró de frente con una serpiente de casi un metro y medio de largo.

Según ha informado a la agencia Efe el sargento de los Mossos d'Esquadra César Obea, responsable de la unidad de seguridad ciudadana del distrito de Sant Andreu, la serpiente, de color blanco y negro, logró escapar del terrario donde la tenía su propietario, que vive justo un piso por debajo de donde fue hallada.

Todos los compañeros de piso también se pusieron muy nerviosos por la presencia de la gran serpiente, que pese a atemorizar a todos se mostró muy mansa y no atacó a nadie.

Armados de valor, entre todos los acongojados compañeros de piso lograron colocar a la serpiente en el interior del primer recipiente que tenían a mano: un cubo de pintura blanca que estaba medio lleno.

Los espantadizos vecinos avisaron entonces a los Mossos d'Esquadra, que se encontraron al animal medio asfixiado -porque habían tapado el cubo- y completamente teñido de blanco. Los agentes se llevaron al animal a comisaría, donde se presentaron los agentes rurales, que trasladaron a la serpiente al Centro de recuperación de fauna salvaje de Torreferrussa, en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona).