"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
Así es la vida en el reconvertido albergue de peregrinos de Zamora por la pandemia
Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
Así es la vida en el reconvertido albergue de peregrinos de Zamora por la pandemia
Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
Así es la vida en el reconvertido albergue de peregrinos de Zamora por la pandemia
Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
Así es la vida en el reconvertido albergue de peregrinos de Zamora por la pandemia
Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
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Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
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Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
Así es la vida en el reconvertido albergue de peregrinos de Zamora por la pandemia
Nico Rodríguez
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.
"Yo estaba en la calle. Pasé 25 días en Ávila, entre finales de febrero y principios de marzo, y esa es una ciudad muy dura. Después me marché a Salamanca y hace 40 días que llegué aquí gracias a unos amigos que me consiguieron la oportunidad". Así narra Íñigo el mes previo a su aterrizaje en el albergue de peregrinos de Zamora, un lugar que en marzo dejó de acoger a caminantes para erigirse como hogar de las personas que habían quedado desamparadas en pleno estado de alarma.