Adaptarse a los nuevos retos que trae consigo la era digital es algo que todos los empleados, especialmente los más seniors, pueden conseguir mediante una formación continua. Contar con trabajadores de diversas generaciones en una empresa es una riqueza enorme, ya que permite aprender unos de otros y pone en valor el talento senior, que tiene unas cualidades específicas de las que carecen los más jóvenes, y que en muchos casos no se está aprovechando en todo su potencial. Así ha quedado patente hoy en el IV encuentro Ageingnomics, organizado por MAPFRE y Deusto Business School, en el que se han abordado los diferentes perfiles profesionales y el empleo en la era digital, según ha informado la aseguradora en un comunicado.

Durante su intervención, Elvira Arango, subdirectora general de Formación de MAPFRE, destacó la diversidad generacional que convive en MAPFRE y cómo la compañía ha puesto en el centro a las personas, posibilitando que sean ellas quienes tengan la posibilidad de promover su propia formación y trazar su ruta de crecimiento profesional. Además, destacó la importancia de la movilidad interna y subrayó que el año pasado el 12% de la plantilla de MAPFRE (más de 4.300 personas) ha cambiado de puesto, función o país.

En el encuentro se puso especial énfasis en la importancia de los empleados seniors. En este sentido, el profesor de Economía de ICADE y especialista en envejecimiento demográfico, Emilio José González, explicó que este tipo de trabajadores tienen un talento, que en general está bastante desaprovechado, y sin embargo aportan una experiencia y una inteligencia emocional que es clave para trabajar en equipo y tienen unas habilidades para la resolución de problemas que les permite tener una visión más a largo plazo.

Por su parte, el presidente de Catenon, Javier Ruiz de Azcárate, subrayó que el mercado laboral está cambiando y por ello es importante que las organizaciones trabajen por proyectos e incorporen talento, que no es lo mismo que incorporar empleados. En este sentido, indicó que los profesionales entre los 25 y los 35 años son los más demandados y prueba de ello es que tienen una rotación cercana al 3%.

El secretario general de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Santiago García, destacó la necesidad de conjugar formación y empleabilidad y abogó por sistemas de aprendizaje basados en la práctica y en la enseñanza de capacidades. En este sentido, subrayó que la inteligencia emocional es importantísima y que es precisamente esto lo que nos diferencia de los robots.

Por último, la directora de formación de EY, Natalia Grijalba, incidió en la importancia de las nuevas tecnologías y que éstas deben incorporarse desde edades tempranas en el aprendizaje. En este sentido reconoció que las nuevas tecnologías lo han cambiado todo, incluyendo las nuevas formas de aprender, y que las empresas tienen un papel fundamental en la creación de programas de digitalización sobre todo para sus empleados seniors.