Obtener alta rentabilidad sin asumir riesgos no existey menos en tiempos en los que el BCE mantiene los tipos en el 0%. Y si alguien así lo promete, es señal de alerta y momento de desconfiar ya que lo más seguro es que se esté ante un chiringuito financiero.

No son más que empresas que operan como inversores a pesar de no contar con el permiso de la Comisión Nacional del Mercados y de Valores (CNMV) ni estar registradas en el Banco de España. Por lo tanto, son entidades que ofrecen servicios de inversión sin acreditar el cumplimiento de los requisitos de estos organismos reguladores. Además, los chiringuitos financieros tampoco están adheridos a ningún Fondo de Garantía de Inversiones, lo que significa que aquellos inversores que capten no están protegidos ante quiebra o insolvencia de la entidad.

Pero, ¿cómo saber si estás ante un chiringuito financiero?

Alta rentabilidad, rápidamente y sin riesgos

Es el principal reclamo, la promesa de unos beneficios muy altos en poco tiempo y sin asumir riesgos. Ofertan una inversión con la que obtener una rentabilidad mucho mayor que si se hiciese una inversión al uso y además todo ello sin apenas riesgos. Teniendo en cuenta la política de tipos actuales, es imposible que una inversión que pueda tener como resultado una alta rentabilidad esté exenta de riesgo. Alta rentabilidad y riesgo son dos conceptos que van inevitablemente de la mano.

Para ofertar estos beneficios se escudan en su conocimiento del sector y de los productos financieros existentes, pero el escenario que dibujan es totalmente irreal. Por ello, la mejor opción pasa por desconfiar de alta rentabilidad sin riesgo y más si se da en un periodo corto de tiempo.

Incitan a la rápida "contratación"

Los que están al frente de los chiringuitos instan a la contratación urgente. Se valen de la presión psicológica para culminar la contratación. Palabras como "es una oportunidad única" o "la oferta termina en 24 horas" son utilizadas como gancho para apresurar el envío de dinero por parte del inversor.

Además, son persuasivos. No suelen aceptar un 'no' como respuesta y hacen lo posible y lo imposible para conseguir que el cliente acceda a la inversión. Se valen del uso de tecnicismos y vocabulario complejo para aparentar ser expertos en materia de inversión y ganarse así la confianza al aparentar que dominan el mercado. Todo ello lleva a la víctima a un estado de vulnerabilidad que le empuja a una decisión rápida y equivocada de cara a la inversión.

No entregan documentación

Todas las entidades que operan desde la legalidad y están autorizadas, llevan a cabo un proceso de prestación de servicios que incluye mantener al cliente debidamente informado, con documentación e información clara y transparente. Informan del producto, del servicio que prestan y de los riesgos que el vehículo de inversión tiene. Además, también solicitarán información adecuada y por los canales debidos.

Los chiringuitos no llevan a cabo nada de esto. Por lo general solicitan poca información a la víctima ya que únicamente les interesa su dinero. Con el documento de identificación, algún recibo domiciliado o algún dato de cuenta o tarjeta les basta para aparentar rigurosidad. Una vez concluyen con su objetivo de hacerse con el dinero de la víctima, desaparecen, dejan de responder al teléfono y/o la página web de contacto ya no existe.

¿Qué hacer si sospechas de un chiringuito financiero?

En caso de creer estar ante un chiringuito financiero, el primer paso es comprobar si es así. Para ello, es posible realizar una consulta a través del registro de entidades autorizadas tanto de la CNMV como del Banco de España. Otra opción, si se trata de un seguro es acudir a realizar la consulta a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

Si se ha constatado que la entidad no está autorizada por ninguna de estas instituciones, las opciones pasan por denunciar ante las autoridades. Si bien es verdad que por la naturaleza de estos chiringuitos recuperar el dinero es una tarea complicada (suelen tener sede en el extranjero y mueven el dinero de un país a otro hasta acabar en paraísos fiscales en los que es complicado seguirle la pista), la denuncia servirá también para evitar que le ocurra a más gente y provocar que cesen su actividad delictiva.