Acostumbrados a pasar calor, este año los 194 ajeros que acuden, con 361 puestos, a la Feria del Ajo de San Pedro tendrán que echar mano del chubasquero porque las previsiones apuntan tiempo desapacible, con lluvia e incluso tormentas sobre todo esta tarde y mañana y frío en la madrugada del sábado, donde el mercurio no subirá de los ocho grados.

Poco se puede hacer para combatir las inclemencias meteorológicas y la Feria se pondrá en marcha, con o sin lluvia, a la una de la tarde en su habitual emplazamiento de las Tres Cruces, con lo mejor de la producción de ajos de Tierra del Vino y Guareña, principales zonas productoras, otras localidades de la provincia incluida la capital y presencia salmantina y pacense.

Los ajos son los principales protagonistas desde la punta de la Amargura hasta prácticamente el crucero de las Tres Cruces, con las cebollas como acompañante secundario. Todo ello con el aderezo de los bailes y cantos folclóricos, abundantes y de calidad durante toda la Feria y con el acto de entrega de los premios a las mejores ristras y montones, una oportunidad para ver el directo las presentaciones de ajos más llamativas, por su tamaño y calidad. La entrega de premios se celebra mañana a la misma hora, la una de la tarde, en el escenario preparado para la ocasión, aunque en este caso la ceremonia oficial no supone que el certamen se cierre al público. De hecho, este año además de las jornadas oficiales del jueves y el viernes la presencia de ajeros está admitida durante toda la jornada del sábado, con el fin de facilitar la asistencia a los compradores que no residen habitualmente en Zamora y pueden aprovechar el fin de semana para acercarse por un producto que, si se conserva en condiciones adecuadas, aguanta prácticamente todo un año. Si la sequía ha afectado a otros cultivos, no es el caso del ajo, que presenta unos buenos niveles de producción y calidad, aunque este año haya 21 puestos menos que el pasado. Y con respecto a los precios no se esperan demasiadas variaciones, aunque ciertamente no es un producto que se caracterice por las fluctuaciones al alza. Y si el tiempo no pone demasiados impedimentos se espera que también la venta sea buena, como en los últimos años, donde se ha acabado prácticamente el producto.