María Victoria Mateos Manteca, natural de Zamora, es médica e investigadora clínica en hematología y hemoterapia en el Hospital Universitario de Salamanca, especialista en mieloma. Es una de las profesionales más reputadas del mundo en su campo de investigación y una de las impulsoras de las novedosas terapias CAR-T. El pasado mes de agosto, la Sociedad Internacional de Mieloma decidía concederle el prestigioso premio Bart Barlogie por su trayectoria profesional y en octubre era elegida presidenta de la Sociedad Española de Hematología. Ahora acaba de recibir el premio eWoman Zamora 2022 Tecnología e Investigación, que le entregó la consejera de Familia Isabel Blanco en la gala organizada por este periódico.

–Este es para usted un año dulce para usted, lleno de reconocimientos a nivel nacional e internacional, pero este premio se lo han dado en su ciudad. ¿Le gusta recibir cariño y reconocimiento de sus paisanos?

–Muchas veces es difícil ser profeta en tu tierra y es más fácil que te reconozcan los méritos los de fuera antes que en tu propia casa, con lo cual valoro mucho este premio. Hace dos ediciones fui ponente en los premios eWoman Zamora como mujer que podía inspirar a otras y dar ejemplo para romper la brecha de género, y que ahora sea una de las premiadas es muy de agradecer, al igual que otros premios que he recibido en Zamora como el de la Fundación Caja Rural.

–También es usted dentro del ámbito científico una excepción por poder desarrollar su labor de investigación muy cerca de Zamora, en el Hospital Universitario de Salamanca, y no en el extranjero como tantos científicos. ¿España debe tratar mejor a los investigadores?

–Siempre digo a los estudiantes de Medicina que cuando terminen la facultad procuren formarse en su especialidad un lugar excelente. Crecer y ser un investigador de excelencia por uno mismo es muy complicado, se necesita un buen mentor y trabajar en un ambiente adecuado. Cuando yo decidí hacer Hematología quería elegir Salamanca, y pude hacerlo por mi número de MIR, porque aquí ya había un centro puntero en esta especialidad. Me encontré el caldo de cultivo perfecto para ir creciendo si ponía de mi parte, y eso hice. Estoy encantada en Salamanca y sería injusta si dijera que me tratan mal. En el Hospital Universitario de Salamanca toda la dirección médica, la gerencia, el servicio, me permiten a mi y a otros que trabajan conmigo dedicarnos a lo que nos gusta, que es la investigación clínica, para ofrecer lo mejor a los pacientes. Tengo soporte total por parte del Instituto Biosanitario de Salamanca (IBSAL) y además cuento también con el apoyo de la Universidad de Salamanca y del Centro de Investigación del Cáncer.

María Victoria Mateos, tras recibir el premio eWoman Zamora 2022 "Tecnología e Investigación" de la mano de Isabel Blanco, consejera de Familia e Igualdad de la Junta de Castilla y León. ANA BURRIEZA

–A nivel global, ¿se deberían dedicar más recursos en España a investigación?

–Se debería crear una ley de mecenazgo que impulse a que la gente done su dinero y done sus patrimonios a la investigación, cosa que en Estados Unidos es algo muy frecuente y aquí es absolutamente excepcional. Tampoco todo tiene que salir siempre del mismo sitio, hay que generar alternativas.

–¿Qué supone para usted recibir un premio en un certamen como eWoman Zamora que permite visibilizar el talento femenino en concreto?

–Me parece importante. No soy partidaria de las cuotas de género, en los puestos de responsabilidad, en congresos, en reuniones, tiene que estar la gente que más valga. Lo bueno de este tipo de certámenes es que dan un altavoz para que la sociedad sepa que hay mujeres muy válidas haciendo cosas muy importantes y ocupando cargos de gestión relevantes. Es un paso para que en unos años, no sé en cuantos, no sea necesario dar una visibilidad extra a la mujer.

–En las facultades de Medicina hay más mujeres que hombres entre el alumnado. ¿En la investigación clínica hay más mujeres que hombres trabajando, o es al revés?

–Hasta ahora hay más hombres que mujeres. Las facultades están llenas de mujeres, los servicios hospitalarios también, pero las jefaturas siguen siendo mayoritariamente de los hombres, y en la investigación clínica pasa lo mismo. Creo que estamos en una fase de equilibrio y se va a romper la balanza, porque si hay tantas mujeres en las facultades de Medicina, más mujeres van a alcanzar estos puestos. Eventos como eWoman son importantes porque demuestran que hay mujeres en puestos relevantes que son capaces de compatibilizarlo con su vida familiar. Crecer profesionalmente obviamente exige dedicarle más tiempo al trabajo y menos a estar con tus hijos o con tu marido, pero tenemos que mentalizarnos de que es más importante la calidad del tiempo que pasas con los tuyos que la cantidad.

María Victoria Mateos posa con su premio. ANA BURRIEZA

–¿Por qué cree que hasta ahora no ha habido tantas mujeres dedicadas a la investigación?

–Como comentaba, requiere dedicarle más tiempo y muchas mujeres no se animaban a ello por dedicar las tardes a cuidar a sus hijos, por ejemplo, y eso es lo que está cambiando. Esta labor es 24/7.

–¿Se ha encontrado con dificultades añadidas en su labor profesional por ser mujer?

–Llevo muchos años asistiendo a congresos y reuniones en las que todos eran hombres, y aún hoy en día en muchas mesas soy la única mujer. Pero nunca me he sentido menos preciada ni valorada, y menos fuera de España. En España... pongo un interrogante.

María Victoria Mateos se dirige al público tras recibir su galardón. ANA BURRIEZA

–Y ahora sus colegas hematólogos la han elegido su presidenta en España.

–Sí, era algo necesario porque la Sociedad Española de Hematología tiene 50 años y yo soy la segunda mujer, y en el año 2017 fui la presidenta del Comité Científico del Congreso de la Sociedad Española de Hematología y fui la primera mujer. De nuevo, hay muchas mujeres pero necesitamos dar el salto para ejercer labores de responsabilidad. Las mujeres tienen que creérselo y no quedarse atrás por infravalorarse ellas mismas. La mujer se tiene que saber que son capaces de dedicarse a cumplir sus metas y conciliarlo con su vida personal y familiar.